Hace 9 años el israelí Gedaya Tauber dijo que «no creía que estaba cometiendo un delito» cuando fue detenido en Brasil por tráfico de órganos

El traficante de órganos Gedaya Tauber fue arrestado hace un mes en Roma  con un pasaporte falso cuando desembarcó de un vuelo de Alitalia procedente de Boston. El ex oficial del ejército israelí había estado prófugo durante años.

Fue condenado a cadena perpetua por un tribunal brasileño en 2010 para el tráfico de órganos y una orden internacional fue emitida para su arresto y cumplimentada por Interpol.

Antonio del Greco, Director Superior de Policía de la policía estatal italiana detalló los delitos por los cuales que se le condenó:

«Diecinueve casos han sido confirmados por las autoridades judiciales. Las personas recibieron exámenes médicos superficiales en Brasil y luego fueron llevados en Sudáfrica. Allí fueron sometidos a cirugía y estos órganos fueron trasplantados a los ricos «.

Afirmó que era la primera vez que una persona condenada por delitos de tal gravedad fue capturado en Italia. Tauber fue trasladado a una prisión italiana y ahora se enfrenta a la extradición hacia Brasil.

Gedaya Tauber dijo que los servicios de salud de Israel permitían el financiamiento de dicho tráfico.

Según el diario brasileño, O Globo «El oficial del ejército retirado, Gedaya Tauber Gady dijo a un tribunal en Brasil que Israel financia los trasplantes de órganos en otros países, principalmente de África del Sur, a través de su servicio nacional de salud. «El gobierno israelí es consciente del tráfico de órganos para los pacientes en su país y paga por todas las transacciones a través de cuatro planes de salud».

Previamente en New Jersey, en 2009, un operativo montado por el FBI expuso una red hebrea de tráfico de órganos que operaba desde hacía más de una década. 

El rabino Isaac Levy Rosenbaum, estadounidense, fue detenido junto con otros 44. 

Los donantes de órganos en ese caso fueron llevados de los EE.UU. a Israel, donde se les extrajeron los riñones, según la acusación. Esta fue una operación global . Dos legisladores del estado de Nueva Jersey y varios rabinos estaban entre los arrestados . De acuerdo con el Congreso Judío Mundial : «Los rabinos son Saúl Kassin, 87, rabino jefe de Sharee Sión de la sinagoga de Brooklyn; Eliahu Ben Haim, de de 58 años, rabino principal de la Congregación Ohel Yaacob en Deal, Nueva Jersey; Edmond Nahum, de 56 años, de la Sinagoga Concilio; Mordchai Fish, de 56 años, de la Congregación Sheves Achim, en Brooklyn,. y el rabino Isaac Levy Rosenbaum, de 58 años, residente en New York. » 

Entre los «donantes» comprados por Tauber «había niños». «Los receptores de esos órganos eran todos israelíes. Según los medios, unos 35 israelíes se han beneficiado de los órganos de personas brasileñas por medio de la red de Tauber.»

(Transcrito de Inter Press Service/ Mario Osava. Traducción de Foro Católico)

RIO DE JANEIRO, 23 de febrero 2004 (IPS) – Al menos 30 brasileños vendieron sus riñones a una red internacional de tráfico de órganos humanos cuyos trasplantes fueron realizados en Sudáfrica, mediante la financiación del sistema de salud de Israel, según una comisión legislativa de Brasil.

La comisión de investigación de la legislatura estatal de Pernambuco inició sus pesquisas en diciembre y desde entonces ayudó a la policía federal y a las autoridades judiciales a desenredar casos concretos de venta de órganos humanos.

El presidente de la comisión, Raimundo Pimentel, dijo a IPS que dos ciudadanos israelíes, Gedalya Tauber y Eliezer Ramon y seis brasileños fueron detenidos en Recife, capital del estado de Pernambuco, en el noreste. Se cree que son miembros activos del grupo que reclutaba personas en la zona para vender sus riñones.

Los «vendedores» fueron llevados a la ciudad sudafricana de Durban, donde los trasplantes se realizaron en el Hospital San Agustín. Los destinatarios eran en su mayoría israelíes, quienes recibieron reembolsos del seguro de salud israelí de entre 70.000 y 80.000 dólares referentes a  procedimientos médicos realizados en el extranjero.

Los brasileños fueron reclutados en los barrios pobres de Recife. A los primeros les pagaron 10.000 dólares por riñón, pero dado que aumentó la «oferta», los pagos cayeron tan bajo como 3.000 dólares, según Pimentel, quien es cirujano, además de diputado en la legislatura de Pernambuco.

La información obtenida por la Comisión indica que la red de tráfico internacional también buscó vendedores de riñones de Rusia y Rumanía, para pacientes renales de los Estados Unidos, Irán e Israel.

Tauber, policía israelí jubilado, confesó a la comisión legislativa que había comenzado la búsqueda de «donantes» de riñón en Recife, dos años antes, a solicitud de un compañero israelí que promueve transplantes quirúrgicos en otros países.

Iván Bonifacio da Silva, capitán retirado de la policía militar de Pernambuco, es uno de los detenidos en Brasil. Él fue el primer socio de Tauber en la red de tráfico de órganos. Se conocieron durante un curso para la policía en los Estados Unidos, y se creó una empresa en los Países Bajos, con el pretexto de vender armas y la capacitación del personal de las empresas de seguridad privada.

Tauber dijo que no creía que estaba cometiendo un delito, dado que la operación es considerada legal por parte del gobierno de su país. Y él cree que es una situación de ganar-ganar: salvar la vida de los enfermos crónicos, mientras que proporciona ingresos a las personas que «son muy pobres, que mueren de hambre.»

La embajada de Israel en Brasil emitió un comunicado el martes negando cualquier participación del gobierno israelí en el comercio ilegal de órganos humanos. Sin embargo, se reconoció que los ciudadanos, en casos de emergencia, pueden someterse a trasplantes de órganos en otros países, «de manera legal, cumpliendo con las normas internacionales», y con el apoyo financiero de su seguro médico.

La postura israelí es por lo menos «anti-ética», comentó Pimentel, quien agregó que el tráfico sólo puede tener lugar en una escala mayor si existe una fuente importante de financiamiento, tales como el sistema de salud israelí.

Nancy Scheper-Hughes, quien dirige el proyecto de Vigilancia Órganos de la Universidad de California, Berkeley, EE.UU., testificó ante la comisión legislativa de Pernambuco que el tráfico internacional de órganos humanos empezó hace unos 12 años, promovido por Zacki Shapira, ex director de un hospital de Tel Aviv.

Shapira realizó más de 300 trasplantes de riñón, a veces acompañando a sus pacientes a otros países, como Turquía. Los receptores son muy ricos o tienen muy buen seguro de salud, y los «donantes» son personas muy pobres de Europa oriental, Filipinas y otros países en desarrollo, dijo Scheper-Hughes, especialista en antropología médica.

En su conversación con IPS, Pimentel dijo que el experto EE.UU. señaló que parecía que se celebrará ampliamente que estas transacciones «salvar vidas y ayudar a los pobres.»

La Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, que abarca la prevención, aplicación y sanciones en el tráfico de seres humanos, incluye en su definición de la explotación humana de la extracción de órganos.

La Organización Mundial de la Salud también ha condenado la práctica de la venta de partes del cuerpo humano, que prohíbe la publicidad de órganos a cambio de dinero, y estableció el principio de igualdad en cuanto a la donación de órganos humanos.

lLa venta de órganos humanos es ilegal en la mayor parte del mundo. Pero, escribe Scheper-Hughes en un artículo titulado «The new canibalismo», las sanciones en un país podrían estimular el tráfico de un país vecino. Los pacientes ricos están dispuestos y son capaces de viajar grandes distancias para recibir un trasplante.

En noviembre de 2000, la Asociación Médica Mundial declaró que el pago de los órganos o tejidos para donación y el trasplante debe ser prohibido. El incentivo económico compromete el carácter voluntario de la decisión y la base altruista de la donación.

Además de desmantelar la red de tráfico de órganos en Pernambuco, las autoridades de la comisión legislativa de investigación, la policía y la justicia revelaron las condiciones que incentivan el tráfico masivo. Los recursos proporcionados por el sistema sanitario israelí «eran un factor determinante» que permitió que la red funcione, dice Pimentel.

Sin embargo, en su opinión, los rumores que han causado alarma en muchas comunidades en los últimos años – como los niños secuestrados y luego regresaron días después menos un riñón u otro órgano – carecen de fundamento. Dice que el tráfico de órganos no está tan extendida como el público parece creer.

El tráfico de órganos requiere de enormes recursos financieros y técnicos, debido a problemas relacionados con la compatibilidad entre donante y receptor, y porque los trasplantes no se puede realizar en cualquier hospital.

Según la información recogida por la Comisión Legislativa de Pernambuco, algunos de los trasplantes realizados en Durban cuestan hasta 200.000 dólares. Un paciente que gasta tanto dinero no estaría de acuerdo con el procedimiento a menos que cuente con excelentes condiciones hospitalarias y una alta probabilidad de éxito, concluyó el cirujano-legislador.