Familias numerosas, «señal de la salud física y moral de un pueblo cristiano»: Pío XII
A la bebé esperada
(Foro Católico)
Mi niña chiquita,
en el seno escondida,
el Señor te bendiga
y Santa María.
Todos te esperamos
con mucha alegría,
tu ángel te guarde
de noche y de día,
también San José
Jesús y María
y todos los santos
hasta tu venida.
Ven mi dulce niña,
ven a la alborada,
que ya tienes Ángel
que te cuida y guarda.
Seas bienvenida,
lucerito del alba,
ven mi reina linda,
que mamá te aguarda.
Jesús y María,
María y José,
nos guarden a todos
en la verdadera fe.
Sé para nosotros
la dulce señal
de que Dios nos ama
y nos entrega otro ángel,
para confortarnos,
para en Él amarte,
para darle gracias
y a amarlo enseñarte.
A las familias numerosas
«podréis dar pruebas irrefutables de la estupidez de las teorías del control natal y del daño que viene como consecuencia de ponerlas en práctica; pero hasta que no haya una sincera determinación de dejar que el Creador continúe con su obra como Él desea, entonces el egoísmo humano siempre encontrará nuevas sofisterías y excusas para acallar la voz de la conciencia (hasta donde pueda), y seguir con los abusos.»: Papa Pío XII
Alocución del papa Pío XII a los directores de las Asociaciones por las Familias Numerosas de Roma e Italia, 20 de enero de 1958
Amados hijos e hijas, dirigentes y representantes de las Asociaciones por las Familias Numerosas de Roma e Italia, esta vuestra visita debe contarse entre las que traen el más profundo placer a Nuestro corazón. Bien concientes estáis del animado interés que Nos tenemos en la vida familiar, y de cómo nunca dejamos pasar una oportunidad de señalar su dignidad multilateral, de reafirmar sus derechos y defenderlos, de inculcar los deberes que supone; en pocas palabras, hemos hecho de ella uno de los puntos centrales Nuestra enseñanza.
Es este mismo interés en las familias que nos hace aceptar pasar cuando menos unos momentos con grupos familiares que vienen a Nuestra casa (siempre que los deberes de Nuestro oficio no imposibiliten esto), y por eso, en esta ocasión, consentimos en ser fotografiados en medio de ellos, a fin de dejar una especie de registro perdurable de Nuestra alegría y la suya.
Padre de la familia humana ¡El papa en medio de una familia! ¿No es ese el lugar justo donde pertenece? ¿No es él (en el sentido espiritual más elevado de la palabra) el Padre de la familia humana entera que ha renacido en Cristo y en la Iglesia? ¿No es a través de él, el Vicario de Cristo en la tierra, que se pone en práctica el maravilloso plan de la Sabiduría creativa, el cual plan ha conferido a toda la paternidad humana el destino de preparar una familia escogida para el cielo, donde el amor del Dios uno y trino la envolverá en un abrazo singular y eterno y se dará a sí mismo como la herencia que ha de hacerla perfectamente feliz?
Un triple testimonio
Mas vosotros no representáis cualesquier familias; vosotros sois y representais familias numerosas, aquellas que fueron grandemente bendecidas por Dios y que son especialmente amadas y preciadas por la Iglesia como su tesoro más precioso. Pues estas familias ofrecen un testimonio particularmente claro de tres cosas que sirven para asegurar al mundo de la verdad de la doctrina eclesiástica y la sensatez de su práctica, y que redundan, por el buen ejemplo, en gran beneficio de todas las otras familias y de la sociedad civil misma.Dondequiera que se encuentren familias numerosas, estas dan señal de la salud física y moral de un pueblo cristiano; de una fe viva en Dios y de confianza en su Providencia; de la feliz y provechosa santidad del matrimonio católico.
Nos gustaría decir algunas palabras acerca de cada uno de estos puntos.
Seguramente, una de las aberraciones más perniciosas que ha aparecido en la sociedad moderna, de tendencias paganas, es la opinión de aquellos ansiosos por clasificar la fecundidad del matrimonio como un «mal social», y que sostienen que cualquier nación que se halle de esta manera afligida debe hacer un gran esfuerzo y utilizar cualquier medio para curar la enfermedad.
Esta es la base para la propaganda que pasa con el nombre de «planificación familiar»; en ocasiones es promovida por personas y organizaciones que inspiran respeto a causa de sus posiciones en otros campos, pero que, desafortunadamente, han tomado una postura en esta cuestión que debe ser condenada.
Control de la natalidad
Por triste que sea ver lo generalizadas que se han vuelto las doctrinas y prácticas de este tipo, incluso entre las clases tradicionalmente sanas, es confortante ver indicaciones y pruebas de una reacción saludable en vuestro país, tanto en el campo legal como médico.
Como bien sabéis, el artículo 31 de la actual Constitución de la república italiana, para citar solo una fuente, presta «especial atención a las familias numerosas», y la enseñanza prevalente entre los médicos italianos sigue la línea de una oposición cada vez más fuerte contra las prácticas del control de la natalidad.
Esto no significa que el peligro ha pasado y que hemos destruido los prejuicios que tienden a hacer que el matrimonio y sus sabias normas se sometan a las metas del reprensible orgullo y egoísmo de la sociedad o de individuos. Deploramos en particular aquella sección de la prensa que de vez en cuando vuelve a tomar la cuestión con la obvia intención de confundir a las buenas gentes y de llevarlas al error con pruebas engañosas, con encuestas discutibles e incluso con declaraciones falsificadas de un clérigo u otro.
Obediencia a las leyes naturales
A todos los católicos exhortamos que den amplia difusión al principio, firmemente fundado sobre la verdad, de que el único modo de proteger la salud física y moral de la familia y de la sociedad es mediante la obediencia de todo corazón a las leyes naturales, o mejor dicho, del Creador, y, sobre todo, fomentando un sincero y sagrado respeto hacia ellas.
En este asunto, todo depende de la intención. Podréis multiplicar las leyes y hacer más duras los castigos; podréis dar pruebas irrefutables de la estupidez de las teorías del control natal y del daño que viene como consecuencia de ponerlas en práctica; pero hasta que no haya una sincera determinación de dejar que el Creador continúe con su obra como Él desea, entonces el egoísmo humano siempre encontrará nuevas sofisterías y excusas para acallar la voz de la conciencia (hasta donde pueda), y seguir con los abusos.
Ahora, el valor del testimonio ofrecido por los padres de familias numerosas no yace solo en su rechazo contundente y unívoco de cualquier compromiso deliberado entre la ley divina y el egoísmo humano, sino también en su buena disposición para aceptar alegremente y con gratitud estos dones inestimables de Dios —sus hijos— en la cantidad que a Él le plazca mandar.
Esta actitud libera a las parejas casadas de las ansiedades y remordimientos opresivos, y, en la opinión de médicos excepcionales, crea las condiciones psicológicas ideales para el sano desarrollo de los hijos nacidos a partir del matrimonio. Pues, justo en el comienzo de estas nuevas vidas, elimina todas esas preocupaciones y alteraciones que tan fácilmente pueden dejar marcas físicas o psicológicas en la madre o el hijo.
Exceptuando los casos excepcionales, y Nos ya hemos tenido ocasión de hablar de estos, la ley de la naturaleza es básicamente una de armonía, y lleva a la discordia y a las contradicciones solo en los casos en que su operación normal ha sido alterada por circunstancias particulares que, en su mayor parte, son anormales, o por deliberada oposición de parte de la voluntad humana. No hay eugenesia que pueda mejorar la naturaleza: es buena como ciencia en tanto que no tenga por meta ganar un profundo conocimiento de las leyes naturales y respete estas mismas leyes, si bien en algunos casos sea prudente disuadir a personas que sufren de defectos graves de que se casen (cfr. Enc. Casti connubii, dic. 31 de 1930: A.A.S. 22 [1930] p. 565).
Salud física y moral
De nuevo, el buen sentido común siempre y en todas partes consideraba que las familias numerosas eran una señal, una prueba y una fuente de la salud física; y la historia no se equivoca cuando indica que la principal causa de la decadencia de los pueblos es la violación y el abuso de las leyes que gobiernan el matrimonio y la procreación.
Lejos de ser un «mal social», las familias numerosas son una garantía de la salud moral y física de un pueblo. En los hogares donde los llantos del bebé resuenan siempre de la cuna, florecen espontáneamente las virtudes y se hace huir al vicio, como si hubiese sido perseguido por la niñez, renovada allí como el aliento fresco y vigorizante de la primavera.
Así que, dejad que el débil y el egoísta tomen ejemplo de vosotros; dejad que la nación os siga amando y agradeciendo por todos los sacrificios que habéis asumido para criar y educar a sus ciudadanos; de igual manera la Iglesia está complacida porque le permitís ofrecer grupos cada vez más grandes y sanos de almas para la actividad santificadora del Espíritu divino.
En el moderno mundo civil la familia numerosa es considerada, por lo general, y con buena razón, como prueba del hecho de que la fe cristiana se vive como debe ser, pues el egoísmo que Nos acabamos de señalar como el principal obstáculo para el crecimiento de un grupo familiar no puede ser vencido exitosamente sin recurrir a los principios éticos y religiosos.
En tiempos recientes hemos visto como las supuestas «políticas demográficas» no han logrado alcanzar resultados notables; y es fácil ver el porqué, pues el interés individual casi siempre vencerá el orgullo y egoísmo colectivo que esta idea a menudo expresa; además, las metas y métodos de esta política degradan la dignidad de la familia y de la persona al colocarla en el mismo nivel que las especies inferiores.
La luz del cristianismo
Solo la luz divina y eterna del cristianismo da plenitud de vida y significado a la familia, y esto es tan cierto que desde el mismo principio, y por todo el decurso de su historia, las familias numerosas han sido consideradas con frecuencia como sinónimo de familias cristianas.
El respeto a las leyes divinas ha hecho que abunden en vida; la fe en Dios da a los padres la fuerza y el vigor necesarios para enfrentar el sacrificio y la autonegación exigidas en la crianza de los hijos; los principios cristianos los guían y ayudan en la pesada labor de la educación; el espíritu cristiano del amor vigila su paz y buen orden, y de la naturaleza parece sacar y conferir las alegrías familiares más profundas a los padres, hijos, hermanos y hermanas.
Aun externamente, la familia numerosa y bien ordenada es una especie de santuario visible: el sacramento del bautismo no es un acontecimiento excepcional para ellos, sino algo que constantemente renueva el gozo y la gracia del Señor. La serie de felices peregrinajes a la fuente bautismal aun no acaban de terminarse cuando comienza la confirmación y la primera comunión, sin perder la misma inocencia. El más joven de los hijos apenas habrá puesto a un lado su trajesito blanco entre las memorias más queridas de la vida, cuando ya aparece el primer velo de bodas para reunir a padres, hijos y parientes nuevos al pie del altar. A ello le siguen más matrimonios, más bautismos, más primeras comuniones, como primaveras siempre nuevas que, en cierto sentido, hacen que las visitas de Dios y de su gracia al hogar sean interminables.
Confianza en Dios
Mas Dios también visita las familias con su Providencia, y los padres, especialmente los pobres, dan claro testimonio de esto al colocar toda su confianza en Él cuando los esfuerzos humanos no son suficientes.
¡Confianza de fundamento sólido y no en vano!
La Providencia —en palabras e ideas humanas— no es una suma total de actos excepcionales de la misericordia divina; es el resultado ordinario de la actividad armoniosa de la sabiduría, la bondad y la omnipotencia infinitas del Creador. Dios nunca rehusará los medios de vida a quienes llama a la existencia.
El divino Maestro ha enseñado explícitamente que «la vida vale más que el alimento y el cuerpo más que el vestido» (cf. Mt. 6, 25). Si algún incidente, sea pequeño, sea grande, parece contradecir esto, es señal de que el hombre ha colocado obstáculos en el camino de los designios divinos, o, si no, en casos excepcionales, que Dios tiene planes superiores para el bien; pero la Providencia es algo real, algo necesario por ser Dios el Creador.
Sobrepoblación
El presunto problema de la sobrepoblación de la tierra es en parte real y en parte temido sin razón como una catástrofe inminente para la sociedad moderna; y, sin duda, el surgimiento de este problema y el continuo fracaso por encontrar una solución no se debe a alguna confusión o apatía por parte de la divina Providencia, sino más bien al desorden por parte del hombre, en especial a su egoísmo y su avaricia.
Con el progreso que se ha hecho en la tecnología, con la facilidad de la transportación, y con las nuevas fuentes de energía que apenas están empezando a aprovecharse, la tierra puede prometer prosperidad a todos los que van a morar en ella largo tiempo.
En cuanto al futuro, ¿quién puede prever los nuevos e insospechados recursos que puedan encontrarse en nuestro planeta, y qué sorpresas puedan descubrirse fuera de ella por medio de los maravillosos logros científicos que apenas acaban de comenzar? ¿Y quién puede estar seguro de que el ritmo natural de la procreación será el mismo en el futuro? ¿No es posible que entre en juego alguna ley que moderará el ritmo de la expansión desde dentro?
La Providencia ha reservado el destino del mundo para sí.
Es extraño encontrar que los temores de algunos individuos sean capaces de cambiar esperanzas bien fundadas para la prosperidad en una amenaza catastrófica en el momento mismo cuando la ciencia está transformando lo que solía ser considerado como sueños de imaginaciones alocadas en realidades útiles.
De manera que la sobrepoblación no es una razón válida para propagar las prácticas ilícitas del control natal. Es simplemente un pretexto utilizado por quienes desearían justificar la avaricia y el egoísmo; por aquellas naciones, por ejemplo, que temen que la expansión de otras presentará un peligro para su propia posición política y causará una degradación de sus condiciones de vida generales; o por individuos, especialmente los de buena posición, que prefieren el mayor gozo posible de los bienes terrenales a los elogios y el mérito de traer nuevas vidas a la existencia. El resultado final es que quebrantan las leyes fijas y ciertas del Creador so pretexto de corregir los supuestos errores de su Providencia.
Sería más razonable y útil si la sociedad moderna hiciera un esfuerzo más determinado y unviersal para corregir su propia conducta, quitando las causas de la hambruna en las «zonas de crisis» o sobrepobladas, mediante un uso más activo de los descubrimientos modernos para fines pacíficos; una política más abierta de colaboración e intercambio, una economía que vea más hacia el futuro y que sea menos nacionalista; sobre todo, reaccionando a todos los indicios de egoísmo con caridad, y a los de avaricia con una aplicación más concreta de la justicia.
Dios no va a pedir cuentas a los hombres por el destino general de la humanidad; ese es su problema; pero sí exigirá cuentas de los actos individuales que han realizado deliberadamente conforme a los dictados de la conciencia o contra ellos.
En cuantro a vosotros, padres e hijos de familias numerosas, sigan dando testimonio sereno y firme de su confianza en la divina Providencia, y estén seguros de que Él no dejará de recompensaros con el testimonio de su auxilio diario y, cuando sea necesario, con aquellos auxilios extraordinarios que muchos de vosotros ya han sido afortunados de experimentar.
Y ahora unas cuantas palabras sobre su tercer testimonio, palabras que pueden dar nuevas fuerzas a quienes son temerosos y os traen pequeño consuelo.
Las familias numerosas son los arriates más espléndidos en el jardín de la Iglesia; la felicidad florece en ellos y la santidad madura en suelo favorable. Dios quiso que cada grupo familiar, aun el más pequeño, fuera un oasis de paz espiritual. Pero hay una tremenda diferencia: donde el número de hijos no es más que uno, la intimidad serena que da valor a la vida tiene un toque de melancolía o de palidez; no dura tanto, puede ser más incierta y con frecuencia está nublada por temores secretos y remordimientos.
La felicidad en una familia numerosa
Es muy diferente a la serenidad de espíritu hallada en padres rodeados de una rica abundancia de vidas jóvenes. El gozo que viene de las abundantes bendiciones de Dios rompe de mil maneras y no hay miedo de que termine. Las frentes de estos padres y madres pueden estar cargadas de cuidados, mas nunca hay señal de alguna sombra interior que delate ansiedad de conciencia o miedo de un irreparable regreso a la soledad. Mientras la dulce fragancia de una cuna permanezca en el hogar, mientras las paredes de la casa den eco a las voces argentinas de hijos y nietos, su juventud nunca parecerá desvanecerse .
Sus pesadas labores, multiplicadas una y otra vez, sus intensificados sacrificios y su renuncia a las diversiones costosas son recompensadas incluso aquí abajo con el inagotable tesoro del afecto y las tiernas esperanzas que residen en sus corazones; y de él nunca se cansarán ni les molestará.
Las esperanzas pronto se vuelven realidad cuando la hija mayor comienza a ayudar a su madre en el cuidado del bebé, y cuando el mayor de los hijos llega a casa con rostro sonriente y con el primer salario que se ha ganado para sí mismo. Aquél día será particularmente feliz para los padres, pues hará desaparecer el fantasma de una edad vieja pasada en la miseria, y se sentirán asegurados de una recompensa por sus sacrificios.
Cuando hay muchos hijos, a los jovencitos se les ahorra el aburrimiento de la soledad y la incomodidad de tener que vivir en medio de adultos todo el tiempo. Es cierto que algunas veces pueden vovlerse tan animados que os pongan los nervios de punta, y sus riñas pueden parecer pequeños motines; pero incluso sus discusiones juegan un papel efectivo en la formación del carácter, siempre y cuando sean breves y superficiales. Los hijos de familias numerosas aprenden casi automáticamente a ser cuidadosos de lo que hacen y a asumir responsabilidad; aprenden a respetarse y a ayudarse, a ser de gran corazón y generosos. Para ellos, la familia es como lugar de prueba, antes de que salgan al mundo exterior, que será más difícil y más exigente.
Las vocaciones
Todos estos preciosos beneficios serán más sólidos y permanentes, más intensos y fructíferos si la familia numerosa toma como principio rector el espíritu sobrenatural del Evangelio, el cual espiritualiza todo y lo hace eterno. La experiencia muestra que en estos casos, Dios a menudo va más allá de los dones ordinarios de la Providencia, como lo es el gozo y la paz, para conferirle un llamado especial, una vocación al sacerdocio, a la vida religiosa, a la mayor santidad posible.
Con buena razón se ha señalado frecuentemente que las familias numerosas han estado al frente como cunas de santos. Podríamos citar, entre otras, a la familia de san Luis, el rey de Francia, compuesta de diez hijos, la de santa Catalina de Siena, quien descendía de una familia de veinticinco, san Roberto Belarmino de una familia de doce, y san Pío X de una familia de diez.
Cada vocación es un secreto de la Providencia; pero estos casos prueban que un número grande de hijos no impide a los padres darles una crianza excepcional y perfecta; y muestran que la cantidad no trabaja en desventaja de su calidad, sea respecto a los valores físicos, sea los espirituales.
Vigilancia y acción
Una última palabra para vos, directores y representantes de las Asociaciones por las Familias Numerosas de Roma e Italia. Sed cuidadosos de imprimir un sello de dinamismo cada vez más vigilante y fructuoso en la acción que deseáis llevar a favor de la dignidad de las familias numerosas y a favor de su protección económica.
Con respecto a la primera de estas metas, manténganse en línea con las directivas de la Iglesia; con respecto a la segunda, debéis despertar del letargo a aquella parte de la sociedad que aún no está conciente de sus responsabilidades sociales. La Providencia es una verdad y una realidad divina, pero decide hacerse de cooperadores humanos. Por lo general, entra en acción y sale en nuestro auxilio cuando ha sido llamada y llevada por la mano del hombre; le encanta estar escondida detrás de la actividad humana. Si bien es justo reconocer que la legislación italiana puede legítimamente presumir de ser la más avanzada en esta area de ofrecer protección a las familias y, en especial, a las familias numerosas, no debemos cerrar nuestros ojos al hecho de que aún hoy hay un número considerable de aquellas que son lanzadas de un lado a otro, entre el desasosiego y la privación real, y sin culpa suya. Vuestra acción debe tener por meta traer a estas personas la protección de las leyes, y en los casos más urgentes, la ayuda de la caridad. Todo logro positivo en este campo es como una piedra sólida colocada en la estructura de la nación y de la Iglesia; es lo mejor podéis hacer como católicos y como ciudadanos.
Pidiendo la protección divina para vuestras familias y para las de toda Italia, y colocándolas una vez más bajo la protección celestial de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, Os conferimos con todo Nuestro corazón Nuestra paternal bendición apostólica.
¿Cómo olvidas tú, judío, eso que tantas veces has oído, que el Señor reinó desde el madero, y te mofas de ese Rey porque aguanta en el madero?

San Bernardo, estatua en su casa natal. En su homilía reprocha al judío por el crimen de Deicidio.
Ha vencido el León de Judá. La sabiduría es más fuerte que el mal. Alcanza con vigor de extremo a extremo y gobierna suavemente el universo. Actúa con energía en mi favor y me trata siempre con blandura. Soportó en la Cruz las injurias de los judíos, encadenó en su palacio al hombre fuerte y bien armado, y redujo a la impotencia al que imperaba sobre la muerte. Judío, ¿qué fue de tu arrogancia? Zabulón, ¿dónde tienes el botín? Muerte, ¿dónde está tu victoria? El impostor está avergonzado, y el saqueador desvalijado.
Apareció un nuevo poder. La muerte, siempre victoriosa, está pasmada. ¿Qué dices ahora, judío, tú que ayer levantabas airoso tu cabeza ante la Cruz? ¿Por qué lanzas tus dardos a Cristo, que es la verdadera cabeza del hombre? Cristo, dices, Rey de Israel, baja de la Cruz. Lengua envenenada, palabras infames, lenguaje perverso. ¿No decías hace un momento, Caifás, que antes que perezca la nación entera conviene que muera uno por el pueblo? Como proferías una verdad, no hablabas por ti mismo, ni sabías lo que decías. Si es el Rey de Israel, que baje de la Cruz.
Así opinas tú y el eterno mentiroso. El rey nunca debe descender, sino ascender. ¿No recuerdas, vieja serpiente, la humillación que recibiste al decir: tírate abajo, o te daré todo eso si te postras y me rindes homenaje? ¿Cómo olvidas tú, judío, eso que tantas veces has oído, que el Señor reinó desde el madero, y te mofas de ese rey porque aguanta en el madero? Pero es posible que no lo hayas oído, porque este mensaje no es para los judíos, sino para los gentiles: Decid a los pueblos que el Señor triunfó desde un madero.
¿No decías hace un momento, Caifás, que antes que perezca la nación entera conviene que muera uno por el pueblo?.
El gobernador pagano acertó al poner sobre el madero el título de rey; y el judío, aunque lo intentó, no pudo deformar la inscripción, ni impedir la pasión del Señor y nuestra redención. Si es rey de Israel que baje, gritan aquéllos. No, precisamente porque es rey de Israel, no abandona su título real ni olvida su cetro. Lleva al hombro el principado, cantó hace tiempo Isaías. Los judíos insisten a Pilato: no dejes escrito el rey de los judíos; pon: éste dijo que era rey de los judíos. Pero Pilato contesta: lo escrito, escrito queda. Si Pilato mantiene su palabra escrita, ¿no va a coronar Cristo lo que comenzó? lo decidió y nos salvará.
Ellos siguen diciendo: ha salvado a otros y él no se puede salvar. Pero si descendiera de la cruz no salvaría a nadie. Si el que quiere salvarse debe perseverar hasta el fin, con mayor motivo quien desea ser el Salvador. Por eso salva a los demás, porque él mismo es la salvación y no necesita salvarse a sí mismo. Está realizando nuestra salvación, y no quiere dejar incompleto el sacrificio vespertino de la víctima propiciatoria. Intuye tus pensamientos. No esperes que te brinde la menor ocasión de arrebatarnos la perseverancia y con ella la corona. No apagará la lengua que predica, ni la que consuela a los débiles, o dice al oído de cada uno: no te retires. Y no se atreverían a pedir esto si pudiéramos responderles que Cristo abandonó su puesto.
El corazón del hombre se pervierte desde la juventud. Has fracasado ajustando saetas a la cuerda, y aumentando la ansiedad de los discípulos con los insultos de los judíos. Aquéllos pierden la esperanza, y éstos insultan alevosos, pero a Cristo no le afecta ni lo uno ni lo otro. Ya le llegará el momento de alentar a los suyos y humillar a los enemigos.
Mientras tanto derrocha paciencia, manifiesta humildad, practica la obediencia y llega a la cumbre del amor. Estas son las cuatro piedras preciosas que engalanan los cuatro extremos de la cruz: en o más alto el amor, la obediencia a la derecha, la paciencia a la izquierda, y en el suelo la humildad, fundamento de las virtudes. Mira las riquezas que aportó la pasión del Señor al triunfo de la cruz: humildad frente a las blasfemias de los judíos y paciencia en los tormentos; interiormente le torturaban las lenguas, y por fuera los clavos. Pero su amor era tan inmenso que dio la vida por sus amigos, y en un gesto sublime de obediencia, reclina la cabeza, entregó el espíritu, obedeciendo hasta la muerte.
Estas riquezas y esta gloria quería arrebatar a la Iglesia de Cristo el que gritaba: si es rey de Israel que baje de la cruz. Quería suprimir el modelo de obediencia, el estímulo del amor, y hasta el más mínimo ejemplo de paciencia y humildad. Y aquellas tiernas palabras del Evangelio, más dulces que el panal de miel: no hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Y aquellas otras que dirige al Padre: he llevado a cabo la obra que me encargaste. O las que confía a los discípulos: aprended de mí que soy manso y humilde de corazón. Cuando me levanten de la tierra atraeré a todos hacia mí.
La envenenada y astuta serpiente no soporta esa otra serpiente de bronce colocada sobre el estandarte, que cura las heridas de quienes la miran. Por eso instiga a la mujer de Pilato diga a su marido: deja en paz a ese inocente, que esta noche he sufrido mucho en sueños por causa suya. Ya tenía miedo entonces. Pero mucho más ahora. El enemigo se siente impotente ante el poderío de la cruz, y quiere volverse atrás cuando ya no hay remedio: a los que antes incitó a crucificar, ahora quiere le convenzan que baje de la cruz. Y dicen: si es rey de Israel, que baje de la cruz y le creeremos.
¿Es posible una astucia más serpentina y un artificio más perverso? El Salvador había dicho: sólo me han enviado para las ovejas descarriadas de Israel, y todos sabían con qué ardor se había entregado a salvar a su pueblo. Por eso ahora el malvado quiere enmascarar las lenguas blasfemas y que digan: que baje y le creeremos. Como queriendo decir: ya no existe ningún impedimento para que baje, porque lo único que desea es que creamos en Él.
Pero ¿qué atenta o contra quién trama asechanzas este astuto? Nada menos que contra Aquel a quien no lo engañará el enemigo ni los malvados lo humillarán. Las vanas promesas no afectan al que ve el interior del hombre. Ni le intimidan las ruines blasfemias, al que es la mansedumbre por excelencia. Lo que pretende esta diabólica sugerencia no es que aquéllos lleguen a creer, sino que desaparezca por completo nuestra fe pobre y vacilante. Porque si se nos dice que las obras de Dios son perfectas, ¿cómo íbamos a creer en Dios, al ver que dejaba incompleta nuestra salvación?
Escuchemos, en cambio, qué responde Cristo, usando las palabras del Profeta. Judío, ¿quieres una señal? Pues espérame el día de mi resurrección. Si quieres creer ya tienes pruebas mucho mayores que ésta. He realizado prodigios, he curado a los enfermos ayer y anteayer. Hoy debo morir. ¿No es mucho más asombroso hacer salir de los posesos a los espíritus inmundos, como tú mismo lo has visto, o que los paralíticos corran con sus camillas al hombro, que quitarme estos clavos que tú has puesto en mis pies y manos? Ha llegado el momento de sufrir, no de hacer. Y así como no habéis podido adelantar la hora de la pasión, tampoco podréis impedirla.
Mas si esta gente idólatra y perversa sigue pidiendo señales, no se les dará otra que la del profeta Jonás, no del Jonás que desciende, sino del que resurge. Si el judío no a acepta, recíbala lleno de gozo el cristiano. Sí, ha vencido el león de Judá. A la voz del Padre despertó el cachorro. Rasgó las entrañas del sepulcro, el que no quiso bajar de la cruz. Nuestros enemigos juzgarán si esto es lo más extraordinario: ellos que habían sellado la losa, y asegurado con guardias la vigilancia del sepulcro.
Esa gran losa que tanto preocupaba a las piadosas mujeres, al resucitar el Señor la corrió un ángel y se sentó encima. De este modo el cuerpo salió lleno de vida de un sepulcro bien cerrado, como había nacido del seno intacto de una Virgen, y se presentó donde estaban reunidos los discípulos con las puertas atrancadas. En cambio, hay un lugar de donde no quiso salir con las puertas cerradas: la cárcel del infierno. Rompió los cerrojos de hierro y arrancó las aldabas, para sacar tranquilamente a los suyos, a los que había rescatado del enemigo. Y con las puertas de par en par salieron los radiantes escuadrones que lavaron y blanquearon sus vestiduras con la sangre del Cordero. Sí, las blanquearon con la sangre, porque juntamente con ella, como atestigua el que lo vio, también brotó agua que emblanquece. También podemos decir que las blanquearon en la sangre, en esa sangre y leche a la vez del Cordero blanco y sonrosado del Cantar: Mi amado es blanco y sonrosado, descuella entre diez mil. Por eso el testigo de la resurrección tiene aspecto de relámpago y viste todo de blanco.
Para rechazar las falacias de los judíos le bastó salir de una tumba cerrada. Ese mismo a quien poco antes insultaban: si es rey de Israel, que baje de cruz. Habían puesto más empeño en sellar y asegurar el sepulcro, que en sujetar los clavos. Si el león de Judá ha vencido en todos estos acontecimientos, y ha hecho mucho más de lo que le pedían, ¿a qué podremos comparar el milagro de la resurrección?
Se nos dice que antes habían ocurrido otras resurrecciones, o retornos a la vida. Eran preludio de ésta, la cual las aventaja por doble motivo. Aquéllos resucitaban pero volverían a morir. Cristo, en cambio, resucitado de la muerte no muere ya más, la muerte no tiene dominio sobre él. Aquéllos al volver a morir necesitaban resucitar de nuevo. En el caso de Cristo su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre; y su vivir es un vivir para Dios, eternamente. Con razón decimos que Cristo es la primicia de los resucitados: resucitó de tal modo que no vuelve a morir es inmortal.
Existe otro motivo que hace especialmente gloriosa su resurrección. ¿Hubo jamás alguien que se resucitara a sí mismo? Es inefable que un muerto se despierte a sí mismo. Es algo único, y nadie más lo puede hacer. El profeta Eliseo resucitó a un difunto, pero era otra persona distinta de él mismo. Y hace ya muchos siglos que yace en elsepulcro, esperando que le resucite otro, porque él no puede hacerlo por sí mismo.
Ese otro es el que triunfó de la muerte en sí mismo. Por eso decimosque algunos han sido resucitados, y que Cristo ha resucitado: es el único que salió triunfante del sepulcro por su propio poder. Así, ha vencido el león de Judá. ¿Cuál no será su poder, o qué no podrá hacer ahora el que está vivo y dice a su Padre: he resucitado y estoy contigo.
No quiso demorar más de tres días la resurrección para confirmar el oráculo del Profeta: en dos días nos hará revivir, y al tercer día nos resucitará. Conviene además que donde está la cabeza le acompañen los miembros. Era el día sexto de la semana cuando redimió al hombre muriendo en la cruz, el mismo día sexto en que lo había creado. Al día siguiente descansó en el sepulcro, con toda su obra terminada. Y al tercero, que ahora es el primero, apareció el hombre nuevo, vencedor de la muerte y primicia de los que duermen.
Nosotros, pues, que seguimos a nuestra cabeza, vivamos entregados a la penitencia en ese día en que fuimos creados y redimidos. Carguemos con la cruz y perseveremos en ella como él perseveró, hasta que el Espíritu nos mande descansar de nuestros trabajos. No prestemos oído a nadie que nos invite a bajar de la cruz, aunque sea de nuestra propia carne y sangre, o un espíritu. Perseveremos en la cruz y muramos en ella. Que nos descuelguen las manos de otros, no nuestra inconstancia. A nuestra cabeza lo descolgaron unos santos varones. Que envíe él ahora a sus ángeles y nos bajen a nosotros.
Mientras tanto vivamos con valentía el día de la cruz, descansemos en paz otro día en el sepulcro, aguardando la dicha que esperamos, la venida de nuestro Dios, que nos resucitará a los tres días, transformando nuestro ser con su resplandor. Porque los difuntos de cuatro días, como Lázaro, huelen mal; recordemos la Escritura: Señor, ya huele mal, lleva cuatro días.
Los hijos de Adán han añadido un cuarto día, que no procede del Señor. Por eso se corrompen cometiendo execraciones, y se revuelcan en sus heces como los animales. El plan divino es de tres días: dolor, descanso y gloria. Los humanos aceptan esto, pero anteponen su día; y de ese modo retrasan la penitencia para entregarse al placer. Ese día no lo ha hecho el Señor. Tienen ya cuatro días y huelen mal.
El Santo que nació de María no hizo tal cosa: resucitó al tercer día y no conoció la corrupción. Por eso ha vencido el león de Judá. Murió como un cordero y venció como un león. Ruge el león, ¿quién no temerá? El león, el más valiente de los animales, el que no retrocede ante nadie. El león de Judá. Tiemblen quienes lo rechazaron diciendo: no tenemos más rey que al César. Teman quienes decían: no queremos a éste por rey. Ha vuelto con el título real y hará morir de mala muerte a estos malvados.
Y sabemos que ha vuelto con el titulo real porque nos dice: “Se me ha dado plena autoridad en el cielo y en la tierra”. Y su Padre añade en el salmo: “Pídemelo, te daré en herencia las naciones; en posesión los confines de la tierra; los gobernarás con cetro de hierro, los quebrarás como jarro de loza”. El león es fuerte, no cruel; su indignación es terrible. La ira de la paloma es insoportable. Pero este León rugirá en favor de los suyos, no en contra de ellos. Teman los extraños y salte de gozo Judá.
Regocíjense quienes le alaban y proclamen: Dios mío, ¿quién como tú? Tú eres el león de Judá y la raíz de David. David significa envidiable o de mano fuerte. El mismo dice: “No se te ocultan mis deseo”. Y en otro lugar: “Por ti conservo mi fuerza”. Ha dicho Raíz de David. No es David raíz de ÉL, sino ÉL la raíz de David. Porque ÉL es quien lo sostiene y no al revés. Tienes razón, David, en llamar señor tuyo a tu hijo, porque no eres tú quien sostiene a la raíz, sino que es la raíz la que te sostiene a ti. El es la raíz de tu fuerza y de tu deseo, una raíz envidiable y vigorosa. Ha vencido el león de Judá, la raíz de David. ÉL abrirá el rollo y sus siete sellos. Son palabras del Apocalipsis. Apréndanlo quienes lo ignoran, y recuérdenlo quienes lo sabían.
Escuchemos nuevamente a Juan: “En la diestra del que está sentado en el trono vi un rollo sellado con siete sellos, y nadie podía abrirlo ni examinarlo”. Y continúa: “Lloraba yo mucho porque no había nadie que fuera capaz de abrir el rollo. Entonces uno de los ancianos me dijo: No llores, ha vencido el león de la tribu de Judá”, etc. Entonces vi entre el trono un Cordero: estaba de pie, aunque parecía degollado. Se acercó y recibió el rollo de la diestra del que está sentado en el trono; lo abrió y hubo gozo y alegría, con acción de gracias.
Juan oyó al león, y vio el Cordero. Y los ancianos aclaman: El Cordero que está degollado merece todo poderío. Sin perder la mansedumbre recibe la fortaleza. Sigue siendo cordero y se convierteen león. Y me atrevo incluso a decir que él mismo es el libro que nadie podía abrir. ¿Hay alguien capaz de abrir este libro? El mismo Juan Bautista, el más grande nacido de mujer, se considera indigno. No merezco ni desatarle la correa de las sandalias. Efectivamente, la majestad vino a nosotros con unas sandalias, la divinidad se hizo carne. Teníamos la Sabiduría de Dios, pero en un rollo cerrado y sellado. Allí lo atan las correas de las sandalias, aquí lo ocultan los sellos del rollo.
¿Y cuáles son esos siete sellos? ¿No podíamos pensar en las tres facultades del alma: inteligencia, memoria y voluntad, y en los cuatro elementos del cuerpo? De este modo el Salvador participa realmentede nuestra naturaleza humana. ¿O tal vez el libro es su naturaleza humana, y debemos buscar los siete sellos?
Yo pienso en siete cosas que ocultaban por completo la presencia de la divinidad en su carne, y hacían imposible abrir el rollo y conocer la sabiduría allí encerrada. Y se me ocurre que son éstas: el matrimonio de la Madre, por el cual queda oculto el parto virginal y la concepción inmaculada, hasta el punto de que el creador del hombre pasara como hijo de un carpintero. La debilidad natural, que ora y suspira, mama y duerme, y acepta todas las demás necesidades, para encubrir de ese modo la fuerza de la divinidad. El hecho de someterse al rito de la circuncisión, como remedio del pecado y medicina contra la enfermedad; siendo así que él venía a suprimir toda dolencia y pecado. Huye también a Egipto por temor a Herodes, para que no fuera reconocido como Hijo de Dios y rey del cielo.
¿Y qué nos dicen las tentaciones en el desierto, en el alero del Templo y en el monte? Si eres Hijo de Dios, le dice, di que las piedras se conviertanen panes. O: tírate abajo. Pero Cristo no hace nada de eso, porque quiere dejar bien sellado el sello, y engañar al astuto. Y tanto se engañó que lo toma por un simple hombre bueno; de aquí que, llevado de su soberbia, ya no le dijo si eres Hijo de Dios, sino te daré todo esto si te postras y me rindes homenaje. El sexto sello es la Cruz, donde el rey de la majestad estuvo colgado entre dos malhechores y lo tuvieron por un criminal.
El sepulcro también selló este rollo, y ningún otro sello ató y ocultó tanto este asombroso misterio de amor. Con el Señor en el sepulcro únicamente había lugar para desesperarse. Por eso los discípulos decían: “Nosotros esperábamos”…….. ¿Quién no iba a llorar entonces al ver el rollo tan fuertemente cerrado y nadie capaz de abrirlo?
Pero no llores, Juan; ni tú, María. Olvidad el llanto y la tristeza. Alegraos justos con el Señor; aclamadlo, los hombres sinceros. Lo merece el Cordero degollado, el León resucitado. El es el Libro que se abrirá a sí mismo. Y lo hará resucitándose a sí mismo de los muertos, resucitando por su propio poder, y siendo testigos de ello, a los tres días, sus propios enemigos. Una resurrección tan sublime y gloriosa manifiesta con evidencia que los sellos y velos eran voluntarios, no necesarios; que no procedían de su naturaleza, sino de su benevolencia.
¿Por qué sellabas, ¡oh judío!, hace unos días el sepulcro? “Porque aquel seductor, estando en vida, anunció: A los tres días resucitaré”. Cierto, era un seductor, pero bueno, no malvado. Lo dice el Profeta por vosotros: “Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste”…… Judíos: os sedujo en la pasión; y en la resurrección os forzó y os derrotó el león victorioso de Judá. Si lo hubieran descubierto no habrían crucificado al Señor glorioso. ¿Qué piensas hacer ahora? Lo anunció, y ha resucitado.
Examina atentamente los sellos del sepulcro: está de par en par. Tienes ante tus ojos el signo de Jonás, que él mismo te dio. Jonás salió del vientre del monstruo. Cristo surge de las entrañas de la tierra.Y convence mucho más que Jonás, porque se arrancó él mismo de las garras de la muerte. Los habitantes de Nínive se alzarán para carearse contra vosotros, y os condenarán: porque ellos escucharon al profeta, y vosotros habéis rechazado al Señor de los profetas.
¿No decíais: que baje de la cruz y creeremos en él? Intentabais romper el sello de la cruz y prometíais creer en él. Ya lo tenéis abierto, no roto: entrad. Si no creéis en el que ha resucitado, menos aún si hubiera bajado de la cruz. Si la cruz de Cristo os escandaliza -porque el mensaje de la cruz es un escándalo para los judíos- animaos al menos con el prodigio de la resurrección. Para nosotros la cruz es un orgullo. Para los que hemos recibido la salvación es un portento de Dios, y la plenitud de todas las virtudes. Compartid, al menos, la resurrección.
Pero resulta que aquí reside vuestro mayor escándalo, y lo que para nosotros es un olor que da vida y sólo vida, para vosotros es un olor que da muerte y sólo muerte. Inútil continuar. El hermano mayor no soporta la música y el baile, y se indigna por el ternero cebado matado en nuestro honor. Está a la puerta y se niega a entrar. Entremos nosotros, hermanos, y celebremos la fiesta, con los panes sin levadura, que son el candor y la autenticidad, porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya fue inmolado. Y practiquemos las virtudes que nos predica desde la cruz: la humildad y paciencia, la obediencia y el amor.
Consideremos, además, con atención, el mensaje de esta solemne festividad. Resurrección significa paso, transición. Cristo hoy no vuelve, sino que resucita; no retorna, sino que cambia de vida; ya no habita aquí, sino en otra patria. La misma Pascua que celebramos no significa retorno, sino paso. Y el nombre de Galilea, donde veremos al resucitado, quiere decir cambiar de país, y no permanecer en el mismo.
Ya veo que algunos se adelantan a mi discurso, e intuyen mis intenciones. Lo diré en dos palabras, pues no quiero hacerme pesado y quitaros la devoción que os inspira esta solemnidad. Si después de morir en la cruz, Cristo no hubiera resucitado y siguiera sometido nuevamente a nuestra existencia mortal y a las miserias de este mundo, para mí no habría cambiado de vida, sino retornado; no habría pasado a otra más perfecta, sino a la misma de antes. Pero si pasó realmente a una vida nueva nos invita también a nosotros a cambiar, nos espera en Galilea. Su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre, porque su vivir no es un vivir para la carne, sino para Dios.
¿Qué diremos a todo esto nosotros, que vaciamos del sentido de Pascua la sagrada Resurrección del Señor, porque no hacemos de ella un paso, sino un retorno? Estos días hemos llorado, y nos hemos entregado a la oración y a la compunción, a la sobriedad y abstinencia, para quedar libres y absueltos en este santo tiempo de cuaresma de las negligencias de todo el año. Hemos compartido los sufrimientos de Cristo, y nos hemos vinculado de nuevo a él por el bautismo de las lágrimas, de la penitencia y de la confesión.
Si hemos muerto al pecado, ¿cómo vamos a vivir todavía sujetos a él? Si hemos sentido dolor de nuestros defectos, ¿vamos a reincidir en ellos? ¿Seremos tan curiosos como antes? ¿Tan charlatanes, perezosos y negligentes? ¿Tan vanidosos, sospechosos, detractores e iracundos? ¿Tornaremos a los mismos vicios que tan sinceramente hemos llorado estos días? Ya me quité la túnica, ¿cómo voy a ponérmela de nuevo? Ya me lavé los pies, ¿cómo voy a mancharlos otra vez? Hermanos, eso no es cambiar de vida. Así no veremos a Cristo, ni es ése el camino que nos lleva a la salvación de Dios. Porque como sabemos todos, quien sigue mirando atrás no vale para el Reino de Dios.
Los amantes del mundo y enemigos de la Cruz de Cristo llevan en balde el nombre de cristianos: suspiran toda la cuaresma por el día de Pascua, para entregarse desenfrenados al placer. De este modo una triste realidad anula el gozo pascual. Nos duele la injuria que se hacea esta solemnidad, porque se hace precisamente en ella. ¡Qué pena! La resurrección del Salvador se ha convertido en el tiempo propicio de pecar, en la cita para volver a caer. Vuelven las comilonas y borracheras, la obscenidad y el libertinaje; y se da vía libre a la concupiscencia. Como si Cristo hubiera resucitado para esto, y no para rehabilitarnos.
¿Así honráis, miserables, al Cristo que aceptasteis? Antes de llegar le preparasteis hospedaje, confesando con lágrimas los pecados, mortificando el cuerpo y dando limosnas. Y ahora que ya lo tenéis con vosotros entregáis a los enemigos, y le obligáis a que se marche, porque tornáis a vuestros antiguos desenfrenos. ¿Pueden mezclarse la luz y las tinieblas? ¿Tiene algo que ver Cristo con la soberbia, la avaricia, la ambición, el odio entre hermanos, la lujuria o la fornicación? ¿Merece menos el que está presente que quien va a venir? ¿Pide menos santidad vivir el espíritu de Pascua que el de Pasión? A vosotros os importa lo mismo una cosa que otra. Porque si hubierais compartido sus sufrimientos, compartiríais ahora su gloria; y si hubierais muerto con él, estaríais también resucitados.
Esta lamentable situación que impide la renovación espiritual, se debe a las costumbres seculares, a la desidia. Como dice el Apóstol,ésta es la razón de que haya entre vosotros muchos enfermos y achacosos y de que hayan muerto tantos. Esta es la causa de tantas muertes como suceden por todas partes en nuestros días. Ya veis, transgresores, cómo os domina la ansiedad, no por ser transgresores, sino por aferraros a vuestro pecado y amontonar delitos. No os arrepentís, o lo hacéis con indolencia; ni evitáis los peligros de pecar, a pesar de que los conocéis por experiencia.
Como dice la Escritura: el enemigo os ha agarrotado los nervios secretos de los testículos. Mientras os comportéis así con los misterios de Cristo, no sois de Cristo, ni tendréis vida. Escuchad: “Si no coméis la carne y no bebéis la sangre del Hijo del hombre, no tendréis vida en vosotros”. Si lo recibís indignamente, os tragáis vuestra condenación, porque no discernís el don sagrado del Señor. Rebeldes, entrad dentro de vosotros, y buscad al Señor con todo vuestro ser. Odiad el mal y arrepentíos, no sólo de palabra y con la lengua, sino con espíritu y verdad.
Pero a estos hombres no les pesa haber caído: siguen en el resbaladero; ni creen estar equivocados: no se dejan guiar por nadie. Ojalá dieran muestras de auténtica compunción, huyendo de las ocasiones y alejándose del peligro. En caso contrario temed la condena de ese día que está establecido para que muchos caigan o se levanten. Si vivís totalmente ajenos a Cristo y desligados de él, si sois camaradas de Judas, en quien entró Satanás al comer el trozo de pan, estad ciertos que os condenará.
Pero nosotros no somos quién para juzgar a los de fuera. Lo hacemos únicamente porque también nosotros estuvimos en aquel fango, del cual fuimos arrancados por pura misericordia, y nos duele ver a estos hermanos nuestros todavía sumergidos en él. Dios quiera que nosotros estemos ya totalmente santificados y libres de esa miserable y sacrílega costumbre. Y que nuestra vida espiritual no decaiga ni se debilite al llegar el tiempo de la resurrección, sino que nos esforcemos en mejorar y superarnos. El que después de los rigores de la penitencia no vuelve a los consuelos humanos, sino que vive confiado en la misericordia divina y respira el fervor y gozo del Espíritu Santo; el que ya no se angustia con el recuerdo de los pecados pasados, sino que se deleita y se inflama con el recuerdo y deseo de los premios eternos, ése es el que resucita con Cristo, el que celebra la Pascua, el que corre a Galilea.
Vosotros, hermanos, si habéis resucitado con Cristo, buscad lo de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; estad centrados arriba, no en la tierra, para que así como Cristo fuere resucitado de la muerte por el poder del Padre, así también vosotros empecéis una vida nueva. Cambiad las alegrías y consuelos humanos por la compunción y tristeza que Dios quiere, para gozar de la devoción santa y espiritual. Nos la concederá aquel que pasó de este mundo al Padre, y nos llama a Galilea para manifestarse a nosotros.
El es Dios por los siglos.
El séptimo usurpador; en medios hablan de Juan XXIV o Juan Pablo III, incluso de Pío XIII

Con información de Infovaticana
La revista Cardinalis se envía a los domicilios de los neo cardenales «para que se conozcan entre sí». En su número de octubre de 2022, publicó un listado de 12 neo cardenales con opciones a suceder a Francisco «cuando llegue el momento».
En la de octubre, además de incluir una entrevista con el neo cardenal Bagnasco, ha elaborado una lista de «seis purpurados progresistas y seis purpurados conservadores» con opciones de salir elegidos como Cabeza de la (Neo) Iglesia «católica».
Foro Católico: cabe señalar que los modernistas o progresistas están excomulgados latae sententiae, sin necesidad de declaración alguna y que todos estos prelados, incluidos los «conservadores» son ilegítimos, herejes, apóstatas y cismáticos desde que se unieron filialmente a los documentos heréticos del Concilio Vaticano II, asimismo cuando asumieron sus nombramientos y dignidades mediante juramento de lealtad a los falsos papas y prelados quienes practican toda serie de abominaciones en unión con la Roma anticristiana desde los años sesentas. y aún antes. Ya Bergoglio habló de un sucesor similar a Juan XXIII, incluso lo llamó Juan XXIV. Otros hablan de un Juan Pablo III y hay quien no descarta a un usurpador línea media, un Pío XIII lefebvriano, incluso ensuciando los nombres de Pío IX, San Pío X, Pío XI y Pío XII.
Listado de cardenales progresistas y «conservadores» «papables» según la revista Cardinalis:
Péter Erdő: La revista sitúa al purpurado húngaro, neo Arzobispo de Budapest, Primado de Hungría y presidente de la Conferencia Episcopal Húngara en el bloque progresista aunque en diversos ambientes es catalogado más bien de lo contrario. Fue creado neo Cardenal en el consistorio del 21 de octubre de 2003. De Erdö se dice que es un hombre «claramente conservador», y profundamente anticomunista. En 1996 envió un telegrama al presidente George W. Bush para agradecerle el apoyo prestado por la legación estadounidense a la jerarquía católica húngara durante la revolución de 1956 contra el poder soviético.
Marc Oullet: El purpurado canadiense es actualmente Prefecto del Dicasterio de los Obispos. Fue considerado “el mejor de los posibles” para sustituir al anti Papa Benedicto, o eso decían muchas voces antes de la elección de Francisco, en marzo de 2013. Juan Pablo II lo creó neo cardenal en el consistorio del 21 de octubre de 2003. Recientemente, el pasado mes de agosto, fue acusado de supuestos abusos sexuales aunque el anti Papa rechazó abrir una investigación por falta de «elementos suficientes».
Pietro Parolin: Escandalizó en 2018 por su asistencia al masónico y ultra exclusivo Club Bilderberg como enviado de Bergoglio. Es su mano derecha en el gobierno de la Curia Romana y es Secretario de Estado del Vaticano. En 2002, a los 47 años fue nombrado “viceministro de exteriores” de la Santa Sede por Juan Pablo II, cargo que desempeñó hasta 2009. En esa época, Parolin ya inició los contactos entre la antes Santa Sede y China. En 2013 el anti Papa Francisco lo nombró Secretario de Estado, coronando con su nombramiento un proceso de transformación de la Secretaría de Estado en una “Secretaría papal”.
Mateo Zuppi: Es el actual presidente de la Conferencia Episcopal italiana. Es pro sodomitas a quienes considera plenamente católicos: «fomentar el diálogo, así como el conocimiento y comprensión recíprocos, en vista de una nueva actitud pastoral que debemos buscar con nuestros hermanos y hermanas LGBT» y que ayudará «a que los católicos LGBT se sientan más en casa» en lo que es después de todo «su iglesia».
Luis Antonio Tagle: Admitió en 2019 que la Iglesia «cubrió el escándalo pederasta para proteger a los abusadores». Actualmente es Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Le gustaba darle a sus seminaristas el número de su teléfono móvil para poder discutir y hablar juntos sobre su formación en cualquier momento. Protegido y querido por Benedicto XVI, ahora también Francisco lo ha ido ascendiendo durante estos últimos años.
Jean Calude Hollerich: Otro abogado de los sodomitas, este jesuita afirma que «la Iglesia debe aceptar plenamente a los LGBT»… Para la revista representa el ala más progresista de la Curia. Es presidente de COMECE (Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea). El 27 de septiembre de 1981 ingresó a la Compañía de Jesús. El purpurado de Luxemburgo se ha mostrado favorable a abrir la puerta al diaconado femenino. Hollerich también es partidario de revisar la moral de la Iglesia sobre la homosexualidad. “Creo que el fundamento sociológico-científico de esta enseñanza ya no es el correcto”, dijo Hollerich en referencia a esta cuestión y podría conducir a un cambio en la doctrina.
Mauro Piacenza: El cardenal Mauro Piacenza, fue un hombre de confianza de Benedicto XVI, el cual le nombró en octubre de 2010 prefecto de la Congregación para el Clero. “No se puede esperar que una persona que vive en un ambiente donde no hay una correcta teología moral dé buenos frutos”, apostillaba. El anti Papa Francisco lo cesó como Prefecto de la Congregación para el Clero el 21 de Septiembre de 2013, nombrándolo en el mismo día Penitenciario Mayor de la Iglesia.
Peter Turkson: La revista sitúa al purpurado ghanés en el bloque conservador. Durante el sínodo celebrado en octubre de 2012 en el Vaticano presentó un vídeo que aseguraba que los musulmanes dominarán Europa, lo que le valió numerosas críticas. Tras la polémica, el cardenal ghanés pidió disculpas y aseguró que no quería criticar el islam sino denunciar “la baja natalidad en Occidente y algunas políticas de planificación familiar”.
Cardenal Ranjith: Es un línea media. Sonó como candidato firme para el cónclave en que se eligió al anti Papa Francisco, aunque parece imposible que un neo cardenal que ha dicho que entregaría su seminario a la Fraternidad San Pío X porque quiere sacerdotes bien formados, sea elegido anti Papa. Muy crítico con los abusos en la liturgia, al tiempo que elogia el uso de las lenguas vernáculas, también ha criticado el «abandono casi total» del latín en América y la «aceptación de todo tipo de novedades (en la liturgia) de las que resulta la secularización». También ha lamentado la «banalización y oscurecimiento de los aspectos místicos y sagrados de la liturgia en muchas áreas de la Iglesia en el nombre de una llamada Konzilsgeist (espíritu del Concilio)». Firme partidario de la misa tridentina (en realidad del Novus Ordo de 1962) , dijo una vez que los obispos que se oponen al Motu Proprio de Benedicto XVI Summorum Pontificum se estaban dejando «utilizar como instrumentos del diablo», acusándolos de «desobediencia e incluso rebelión contra el Papa».
Robert Sarah: La edad de Sarah (77 años) y su pertenencia al Opus Dei hace pensar que sería muy improbable su elección. Sarah fue durante varios años Prefecto de la Congregación para el Culto Divino. La iglesia no es una agencia de servicios sociales. Su objetivo es siempre y en todas partes para llevar a la gente al Dios que es amor, y que se realiza a través concreta que demuestra que el amor. Fue creado neo cardenal diácono por Benedicto XVI en el consistorio del 20 de noviembre 2010.
Kurt Koch: Es desde 2010 Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Fue vice-presidente de la Conferencia Episcopal Suiza durante nueve años. Es autor de casi un centenar de artículos y documentos de debate ecuménico. Entre los temas que más ha tratado están el Sida, el futuro de la Iglesia y el celibato de los sacerdotes. Recientemente fue objeto de polémica al comparar el camino sinodal alemán con la Alemania nazi, lo que provocó una cascada de críticas por parte de las autoridades eclesiásticas alemanas.
Angelo Bagnasco (favorito de la revista): Es un línea media, de los llamados «conservadores». Quienes conocen a Angelo Bagnasco dicen que es inteligente y elocuente, un conservador que tiene también un estilo pastoral, conciliatorio y consultivo. Ha saltado a la palestra italiana en varias ocasiones, tanto por su firme condena de la píldora abortista del día después, como por su oposición a la ley del mal llamado matrimonio homosexual. En este sentido recibió amenazas de muerte desde el lobby gay cuando planteó la pregunta de por qué legalizar las uniones homosexuales y no el incesto, la poligamia o la pedofilia. Además recibió en su domicilio una fotografía suya con una esvástica y una bala.
El significado de la carta de renuncia firmada por Kaifás Bergoglio al asumir como co-usurpador en 2013

Foro Católico: Al no abandonar Anás Ratzinger-Tauber la Sede Vaticana, la renuncia/ elección de 2013 se convirtió en un hito que envió un mensaje a todo el orbe; desde entonces dos «pontífices» comparten el trono: Anás B. XVI y Kaifás F. I.
El nuevo co usurpador llegó al puesto condicionado… así como se hace con los CEO de los grandes corporativos multinacionales; Bergoglio asumió el poder con la carta de renuncia firmada, solo con la fecha en blanco.
Jorge Mario Bergoglio reveló por primera vez en una entrevista el domingo (18 de diciembre de 2022) que firmó una carta de renuncia hace casi una década en caso de que su mala salud le impida desempeñar sus funciones.
Francisco, que cumplió 86 años el sábado, ya había dicho que renunciará al papado en caso de que problemas de salud le impidan hacer su trabajo.
“He firmado ya mi renuncia en caso de impedimento médico”, dijo en una entrevista al diario español ABC.
Francisco explicó que firmó la carta y se la entregó en 2013 al entonces secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, antes de que este se jubilara.
“Yo la firmé y le dije: ‘En caso de impedimento por cuestiones médicas o qué sé yo, acá está mi renuncia. Ya la tienen’”, explicó el papa.
Preguntado por el entrevistador sobre si quería que se conociera ese hecho, Francisco respondió: “Por eso te lo digo”.
LA NATIVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, QUE EN ALGUNOS LUGARES SE LLAMA LA PASCUA DE NAVIDAD

La verdadera Navidad, donde el Niño Jesús es el centro.
Hoy es este día tan solemne en el mundo ; en el cual se celebra LA NATIVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO según la carne.
Hoy es el día célebre del nacimiento del Salvador en el mundo; día tan deseado, por tanto tiempo esperado. Pedido con tantas instancias por todos los patriarcas, profetas; y por todos los que esperaban la redención de Israel; y este es el nacimiento dichoso, cuya historia vamos a dar.
No se halla otro en el mundo una paz más universal que la que entonces reinaba. Aprovechándose el emperador Augusto de esta tranquilidad general, le picó la curiosidad de saber el número de las fuerzas del imperio, haciendo para ello un empadronamiento: exacto de todos sus súbditos. Cirino tuvo la comisión de hacer el de la Siria, de la Palestina y de la Judea, y para facilitar la ejecución ordenó que cada uno se empadronara y diera su nombre en la ciudad de donde era originaria: su familia.
Luego que se publicó el edicto del emperador, José partió de Nazareth, pequeña ciudad de Galilea, donde tenía su domicilio, y fue a Judea a la ciudad de David, llamada Belén, porque era de la casa. y familia de David, para hacerse alistar con María su esposa, que estaba cercana al parto. Belén no era entonces sino un lugar o una aldea de la tribu de Judá, a dos leguas de Jerusalén. No fue poco trabajo para la santísima Virgen y para san José tener que hacer cuatro días de camino para ir desde la baja Galilea hasta Belén, primera residencia de la familia de David, de la que traían su origen uno y otro. Pero como entrambos estaban perfectamente instruidos del misterio, y sabían que el Mesías, según la profecía de Miqueas, debía nacer en Belén, sufrieron con gusto las incomodidades del viaje.
Habiendo llegado a Belén, fueron mal recibidos; no se tuvo el menor respeto ni a su calidad, ni al preñado de la santísima Virgen. La pobreza, que se manifestaba bastante en todo su equipaje, no atrajo sobre ellos sino el desprecio y el abandono: estando las posadas llenas de gente por el concurso extraordinario que había acudido de todas partes, y empezando á anochecer, María y José, las dos personas más santas y más respetables del universo, a quienes todos los hombres debían rendir homenaje, se vieron obligados a retirarse a una especie de establo o cueva que estaba fuera del pueblo, donde a la sazón se hallaba un buey y un jumento; habiéndolo dispuesto así la Providencia divina en cumplimiento delas profecías de Habacuc y de Isaías.
Pesebre de Nuestro Señor en Santa María la Mayor, en Roma.
Una posada tan humilde no dejó de contristar a la Madre de Dios y a san José; pero le convenía a aquel que venía a enseñar la humildad a los hombres, y cuya grandeza y majestad son independientes de toda exterioridad. No ignorando la santísima Virgen la hora en que el Salvador debía nacer, pasó con san José todo el tiempo que precedió á este nacimiento en una dulce y amorosa contemplación del misterio que iba a cumplirse. A media noche, sintiendo que el término había ya llegado, parió sin dolor y sin lesión alguna de su pureza virginal a su Hijo primogénito, que fue asimismo su único Hijo, al cual adoró postrada en tierra con aquellos transportes de amor, de admiración y de respeto de que solo Dios puede conocer el ardor, el precio y la medida; tomándole después en sus brazos, le envolvió en los panales que había llevado, y le recostó en el pesebre donde se echaba de comer a las bestias. Esta fue la cuna que escogió Jesucristo para empezar á confundir nuestro orgullo, y enseñarnos a menospreciar la grandeza, las comodidades y todos los falsos bienes de la tierra. Fácilmente se deja comprender la impresión que haría en san José la vista de este divino Salvador, quien por una predilección particular le había escogido para que hiciera las veces de padre consigo. ¡Cuáles serian sus actos de adoración, de amor y de humillación a los pies de un Dios hecho niño! ¡a los pies del Verbo encarnado, Aquel vil establo, aquella pobre cueva vino a ser entonces el lugar mas respetable del universo, y la imagen, por decirlo así, más parecida de la celestial Jerusalén. Ningún ángel dejó de venir á adorarle en este lugar: no hubo uno que al primer momento que este divino. niño vio la luz, no se diese priesa para venir. a rendirle sus homenajes. Aunque ya se los habían rendido en el primer momento de su Concepción, los reiteraron esta segunda vez. que entró en el mundo: Et cum iterum introducit primogenitum in orbem terrae, dice san Pablo (Hebr. 1), dicit : et adorent eum
omnes angeli Dei.
Que fondo de reflexiones, buen Dios, no nos presentan todas las circunstancias de este maravilloso nacimiento! La santísima Virgen busca una posada en la aldea de Belén; pero el gran concurso de gentes que llegan a toda hora hace que no la encuentre; resérvanse los alojamientos para mas ricos huéspedes. La santísima Virgen y san José quizá hubieran tenido con que pagar un pobre rincón, pues le buscaban para alojarse; pero sin duda en Belén no había lugar bastante pobre para Jesucristo. Era menester una cueva, un corral, un establo para recoger y albergar a las dos personas mas dignas, mas amadas de Dios, pero despedidas de todo el mundo y menospreciadas en todas partes. ¡O Salvador mío y cómo empiezas con tiempo a reprobar y confundir la soberbia del mundo! ¿Quién se imaginaria que el supremoSeñor del universo había de nacer en un lugar tan vil y despreciable? ¡Qué espectáculo mas asombroso! Un Dios niño y este niño Dios, para quien el cielo no tiene cosa que sea bastante magnífica, y que tiene su trono sobre las estrellas, está reclinado en un pesebre es fomentado con el vaho y aliento de dos animales, está expuesto a todas las inclemencias del viento, mientras que tantos reyes, que son sus súbditos, nacen en palacios magníficos y en la abundancia de todo. Ubi aula regia, exclama san Bernardo, ubi thronus ubi curiae regalisfrequentia? ¿Dónde está el palacio de este rey recién nacido? ¿donde está su trono, dónde los oficiales de su numerosa corte? Nunquid aula est stabulum, thronus proesepium, et totius aulae frequentia Joseph et María? Su palacio es el establo, su trono es el pesebre; María y José componen toda su corte. ¿Quieres saber, dice san Agustín, quién es el que ha nacido de esta suerte? Yo te lo diré: » Es el Verbo del Padre Eterno, el criador del mundo, la luz del cielo, la fuente de la paz y de la bienaventuranza eterna, la salud del linaje humano, el que vuelve al camino los que se extravían; en fin, el que es toda la alegría y la esperanza de los justos». Sin embargo, aunque el Hijo de Dios quiso nacer en la oscuridad de un establo, no dejó de manifestar su nacimiento a los judíos y a los gentiles. Los ángeles le anuncian a los pastores, y una estrella milagrosa los reyes magos. Unos pastores velaban en los campos vecinos, guardando sus ganados; porque, siendo el invierno templado y tardío en Judea, podía muy bien mantenerse el ganado en el campo por la noche en este tiempo. Se les apareció un ángel más resplandeciente que el sol; al principio quedaron deslumbrados y llenos de temor; pero el mismo ángel que les había causado el temor los serenó, diciéndoles: No temáis, porque vengo á traeros la nueva más alegre que se puede imaginar, Y que vosotros jamás podríais esperar; la que debe ser para vosotros y para todo el pueblo motivo de un extremado gozo: Evangelizo vobis gaudium magnum quod erit omni populo. Acaba de nacer un Salvador en Belén, en un pueblo que vosotros llamáis ciudad de David, el cual es el Mesías, el Salvador de las almas, vuestro Señor y vuestro Dios; le hallaréis allí envuelto en pañales, y reclinado muy pobremente en el pesebre de un establo; estas son las señales que os doy para conocerle, y convenceros de la verdad de lo que os digo. Apenas el ángel hubo acabado de hablar, cuando a una multitud de espíritus celestiales se oyó cantar las alabanzas de su Señor y su Dios: Gloria a Dios en lo más alto de los cielos, decían, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad y de corazón recto. El Salvador que acaba de nace y procura infundir la una y la otra.
Advertid, dicen los santos padres, que Dios no hace anunciar el nacimiento de su Hijo a los sabios ni a los ricos de Belén; porque la soberbia, la avaricia, el placer son grandes embarazos para ir a adorar a un Dios pobre, humilde y entre penas. Los primeros a quienes es anunciado Jesucristo son los pastores, hombres pobres, humildes, trabajadores; porque son los más capaces de entrar por medio do la sencillez en los misterios de la religión. Pero ¿qué señales les dan a estas pobres gentes de la divinidad de este niño, y de la verdad del Mesías? Los pañales en que está envuelto, el pesebre donde esta reclinado y el establo. ¿Son estas las señales por las que se ha de venir en conocimiento de la suprema majestad de un Dios? No por cierto, pero con estas señales de pobreza y de anonadamiento se viene en conocimiento de un Dios Salvador, que viene a librar a los hombres de la esclavitud del pecado y de la tiranía de las pasiones. Pero ¡qué gloria la que le resulta a Dios de este nacimiento! La encarnación es la obra grande de Dios; todas las divinas perfecciones, el poder, la sabiduría, la bondad, la justicia, la misericordia resplandecen en ella de un modo el mas excelente. Jesucristo viene a reconciliar el mundo con su Padre, á destruir el pecado, a domar al demonio; a sujetar la carne al espíritu, a unir las voluntades de los hombres entre sí y con la de Dios, Con razón, pues, se anuncia hoy la paz a aquellos que fueren dóciles a la doctrina y a las gracias del Salvador.
Los pastores no desprecian el aviso que han recibido del cielo; antes bien, exhortándose los unos a los otros a ir a ver estas maravillas, parten al punto, llegan a Belén poco después de media noche, y habiendo encontrado desde luego el establo, entran en él penetrados de una unción extraordinaria de la gracia que derramaba interiormente en sus almas aquel divino Salvador; se postran a sus pies, le adoran como a Su Salvador y su Dios, y habiendo hecho sus cumplidos con la santísima Virgen y con san José, se vuelven a sus hatos llenos de un gozo indecible; no cesan de glorificar al Señor por todas las cosas que han visto y oído, y las cuentan con su natural sencillez a cuantos encuentran. Todos los que los oyeron, dice el Evangelio, quedaron atónitos de las cosas que supieron y aprendieron de la boca de los pastores.
Gruta de la Natividad, en Belén.
« ¡Oh amor inefable! exclama aquí san Agustín. ¡ Oh caridad incomprensible cuyo precio somos incapaces de conocer! ¿Quién se hubiera atrevido jamás a imaginar que aquel que está en el seno del Padre desde la eternidad, había de nacer de una mujer en tiempo por nuestro amor? ¡qué honra y qué gloria la tuya, oh hombre, añade el mismo padre, el que un Dios se haya dignado hacerse tu hermano!
Quiso nacer así, dice san Crisólogo, porque así quiso ser amado. En el nacimiento de Jesucristo, dice san Bernardo, el pesebre nos grita altamente que debemos hacer penitencia; el establo, las lágrimas, los pobres pañales nos predican la misma virtud. Todo predica en el nacimiento del Salvador, todo es instrucción, toda lección, y todo nos dice que en cualquiera condición que hayamos nacido, en cualquiera estado que vivamos, sea vil o eminente el puesto que ocupemos en el mundo, es necesario que nuestro corazón esté desprendido de los bienes y de los placeres de esta vida : es necesario que seamos humildes, penitentes, mortificados, si queremos que el nacimiento del Salvador nos sea útil, si queremos tener parte en la redención.
La fiesta de la Natividad del Salvador, que ha sido en todos tiempos de las más solemnes de la Iglesia; el adviento que la precede, y que por muchos siglos fue un tiempo de ayuno, como lo es aún ahora para muchas comunidades religiosas; las oraciones y la solemnidad de los ocho días últimos de adviento, las tres misas que cada sacerdote dice en este día, todo esto denota la celebridad. de la fiesta. En todos tiempos se ha celebrado el día del nacimiento de los príncipes en todas las cortes yen todos los pueblos. El día feliz del nacimiento del Salvador del mundo ¿podía celebrarse menos entre todos los fieles? Esta consideración ha hecho que la Iglesia, viéndose precisada a prohibir todas las vigilias que estaban en uso, haya dejado la de Navidad a causa de la celebridad del día. La tradición desde los apóstoles hasta nosotros ha fijado siempre la célebre época de este nacimiento al día 25 de diciembre, y la Iglesia ha querido contar el año de la redención por el día de Navidad, y sobre este cálculo ha arreglado sus oficios, como se ve en todo el orden de su liturgia yen los antiguos martirologios, fijando el punto del principio del año eclesiástico al punto del nacimiento del Salvador del mundo.
Por lo que mira a las tres misas que dice cada sacerdote en este día, este uso estaba ya establecido en la Iglesia en tiempo del papa san Gregorio, hacía el año de 600; pues advierte este santo doctor que el tiempo que se emplea en decirlas, debía abreviar en este día el tiempo de la predicación. El sentido místico de las tres misas en la celebridad de este día ha dado motivo para buscar diferentes razones de este rito extraordinario. Unos han creído que era para honrar particularmente a las tres personas de la santísima y adorable Trinidad, que, tenían tanta parte en este misterio.
Otros creen que, como el Salvador nació a media noche, la Iglesia ha querido honrar este tiempo con una misa solemne. Como los pastores llegaron un poco antes del día, la Iglesia ha querido santificar esta primera manifestación del Salvador con otra misa; y la tercera es la que se dice solemnemente cuando se junta el pueblo para celebrar las grandes solemnidades. Otros han pensado que la misa de la media noche era para honrar el nacimiento temporal del Salvador; la que se dice· al amanecer, para honrar el tiempo de la resurrección; y la tercera, que se dice solemnemente cerca del mediodía, era en honra de su nacimiento eterno en el seno del Padre.
Por lo que mira a la cueva sagrada donde quiso nacer el Salvador, ha estado siempre en gran veneración. Es verdad que el emperador Adriano hizo en odio de los cristianos edificar encima un templo dedicado a Adonis, esperando abolir con esta sacrílega profanación la memoria de un lugar tan respetable; pero no impidió el que los mismos paganos miren este santo lugar con respeto, y dijesen siempre: Este es el lugar donde el Dios de los cristianos quiso nacer. Pero habiendo cesado las persecuciones, se demolió el templo de los paganos, y se edificó en su lugar una iglesia magnífica, forrada de planchas de plata, las paredes embutidas de mármol, y la cueva enriquecida a proporción. Se edificaron muchos monasterios alrededor; y lo que la hizo todavía más célebre, fue que san Jerónimo la escogió para su morada. El pesebre santificado con el contacto del Salvador fue llevado después a Roma, donde se conserva con mucha veneración en la célebre iglesia de Santa María la Mayor, que por esto se llama Santa María ad praesepe. Los preciosos pañales en que el Salvador fue envuelto eran una reliquia demasiado preciosa para que no se conservaran. Primero fueron llevados a Constantinopla donde se fabricó una magnífica iglesia para guardarlos con mas decencia, hasta que el emperador Balduino II los regaló a san Luis, rey de Francia, quien los colocó en la Santa Capilla de París, donde están en gran veneración, y se guarda el instrumento auténtico de la donación, escrito en el mes de junio de 1247, y todavía se leen en la caja o navecilla estas palabras : Pannos infantim Salvatoris, quibusin cunabulis fuit involutus : los pañales de la niñez del Salvador en que fue envuelto en la cuna.
Las tres misas de este día son del misterio.
La oración de la Misa del Gallo, a media noche, es la siguiente:
Oh Dios, que habéis iluminado esta noche con el resplandor de la verdadera luz; hacednos el favor de que habiendo conocido en la tierra los misterios de esta luz, gocemos también en el cielo la alegría eterna de aquel que siendo Dios vive y reina con Vos,..
La oracion de la segunda Misa es la siguiente:
O Dios omnipotente, concedednos que así como somos ilustrados con la nueva luz de vuestro Verbo encarnado, así hagamos resplandecer en nuestras obras ‘las luces’ con que a nuestro entendimiento. Por el mismo Jesucristo…
La oración de la tercera Misa solemne es la siguiente:
Haced, o Dios omnipotente que el nuevo Nacimiento de vuestro único Hijo, que se vistió de nuestra carne, nos liberte a los que hace tiempo que gemimos bajo la esclavitud del pecado. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
‘Pérdida de la inocencia y daño emocional’: Madre amenazada en 2015 porque su hijo dijo en clase que «Santa» no es real
Perseguida por decirle la verdad a su hijo

(Trasncrito de Daylymail en octubre de 2015)
Cuando un niño escucha por primera vez que Papá Noel no existe, a menudo es su primer paso para ir y discutir las noticias con sus amigos en la escuela.
Pero cuando un niño pequeño compartió su impactante descubrimiento con sus amigos, las cosas empeoraron.
La historia de una madre californiana se ha vuelto viral después de que la amenazaran con una demanda cuando su hijo le dijo a un grupo de niños en la escuela que Santa no era real.
‘La semana pasada, mi hijo de primer grado le dijo a un grupo de niños (lo mejor que podemos decir, desde jardín de infantes hasta cuarto grado) que Santa no existe: estos lo saben todo, PTA, las esposas suburbanas de Stepford están molestas (las mamás de los niños) ‘, escribió la madre en Reddit .
“Hoy, por mensajería (no por correo), recibí una carta bastante amenazante de un conocido bufete de abogados local de élite que me amenazaba con una demanda por daño emocional, flagrante desprecio por los derechos de los padres y facilitación de la pérdida de la inocencia del asombro infantil. Sí, en serio.
La carta exigía que la mujer pagara por una «Experiencia Santa totalmente interactiva» para los ocho niños que habían sido «traumatizados» y decía que el niño debía mantenerse alejado de ellos en todo momento.
‘El propósito de esto es «revertir el daño que causó mi hijo y volver a despertar el asombro infantil que rodea las vacaciones».
Como no tenía suficiente dinero para contratar a un abogado, la mujer escribió que estaba tentada de tener una reunión con el director de la escuela que ha tenido desde entonces.
Desde entonces, la publicación ha obtenido más de 750 comentarios, muchos de los cuales son ofertas de asistencia de abogados de alto perfil.
‘Oh, Dios mío, esto es ridículo. Si quieres, puedo ayudar a publicitar esto y llamar a un abogado pro bono”, escribió Ken White, un importante abogado defensor penal de Los Ángeles.
«Estoy en NorCal pero tenemos una oficina en Los Ángeles, estaría feliz de hacer esto pro bono», agregó otro.
Otros comentaristas simplemente estaban indignados por la situación.

El primer Belén o Nacimiento, lo confeccionó San Francisco de Asís.
El primer Belén o Nacimiento, es una tradición introducida al Nuevo Mundo por los frailes, probablemente franciscanos, durante la colonización y evangelización ibérica a partir del siglo 15 y 16.
Los orígenes de esta costumbre de reproducir en imágenes el nacimiento de Jesús se remonta al siglo 13 por iniciativa de San Francisco de Asís. Se dice que, mientras predicaba por la campiña de Rieti, Italia, le sorprendió el crudo invierno al humilde predicador que vestía con harapos. Se refugió en la ermita de Greccio. Era la Navidad del año 1223.
Mientras oraba rodeado de aquella paz del bosque y meditando la lectura del evangelista San Lucas, tuvo la inspiración de reproducir en vivo el misterio del nacimiento de Jesús en Belén. Construyó una casita de paja a modo de portal, puso un pesebre en su interior, trajo un buey y un asno de los campesinos del lugar e invitó a un pequeño grupo de ellos a reproducir la escena de la adoración de los pastores.
La hermosa idea se propagó por toda Italia, luego a España y el resto de la Europa católica. En Nápoles, hacia fines del siglo XV, reprodujeron en figuras de barro a los actores del gran acontecimiento narrado por el evangelista San Lucas, en su capítulo 2, versículos 2 al 14, que dice:
En esos días, el emperador dictó una ley que ordenaba hacer un censo en todo el imperio.
Todos iban a inscribirse a sus respectivas ciudades. También José, como era descendiente de David, salió de la ciudad de Nazaret de Galilea y subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
Cuando estaban en Belén, le llegó el día en que debía tener su hijo. Y dio a luz su primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en una pesebrera, porque no había lugar para ellos en la sala común.
En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños. El ángel les dijo: «No teman, porque yo vengo a comunicarles una buena nueva que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy nació para ustedes en la ciudad de David un Salvador que es Cristo Señor. En esto lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» De pronto aparecieron otros ángeles y todos alababan a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en lo más alto del cielo, y en la tierra, gracia y paz a los hombres.»
Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros: «Vamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos dio a conocer.» Fueron apresuradamente y hallaron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre. Entonces contaron lo que los ángeles les habían dicho, y todos se maravillaron de lo que decían los pastores. María, por su parte, observaba cuidadosamente todos estos acontecimientos y los guardaba en su corazón.
Después los pastores se fueron glorificando y alabando a Dios, porque todo lo que habían visto y oído era tal como se lo habían anunciado. Al octavo día, circuncidaron al niño según la ley, y le pusieron el nombre de Jesús, nombre que había indicado el ángel antes que su madre quedara embarazada.
Del Oriente vienen unos Magos
Habiendo nacido Jesús en Belén de Judá, durante el reinado de Herodes, vinieron unos Magos de Oriente a Jerusalén, preguntando: «¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos adorarlo.» Herodes y todo Jerusalén quedaron muy intraquilos con la noticia. Reunió el rey a todos los sacerdotes principales y a los maestros de la Ley para preguntarles dónde debía nacer el Cristo. Ellos le contestaron que en Belén de Judá, ya que así lo anunció el profeta que escribió:
Belén en la tierra de Judá, tú no eres el más pequeño entre los principales pueblos de Judá, porque de ti saldrá un jefe, el pastor de mi pueblo Israel.»
Herodes, entonces, llamó privadamente a los Magos para saber la fecha exacta en que se les había aparecido la estrella. Encaminándose a Belén les dijo: «Vayan y averiguen bien lo que se refiere a este niño. Cuando lo hayan encontrado avíseme para ir yo también a adorarlo.»
Después de esta entrevista, los magos prosiguieron su camino. La estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que se paró sobre el lugar en que estaba el niño. Al ver la estrella, se alegraron mucho, y habiendo entrado en la casa hallaron al niño que estaba con María, su madre. Se postraron para adorarlo y, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Luego regresaron a su país por otro camino, porque se les avisó en sueños que no volvieran donde Herodes.
Para quienes dudan de la misión anticristiana de Kaifás Bergoglio; la adhesión a la Agenda 2030 de la ONU
Foro Católico: presentamos la siguiente carta de un creyente de la neo Iglesia con el fin de manifestar el gran e infructuoso esfuerzo que todavía algunos hacen por tratar de ver como católico al anticristiano Jorge Mario Bergoglio. Este penoso, pero absurdo esfuerzo, por justificar lo injustificable es el que está llevando a algunos bautizados a permanecer en la Barca Invertida con gran peligro para sus almas y las de quienes los siguen torpemente.
Transcrito de Diego Cazzola/El Español Digital
Agenda 2030 y JMJ 2023
Hace unos días circuló por las redes, no con poca alarma, que la nueva JMJ 2023 iba a tener “como fuentes de inspiración y principales indicadores” los objetivos de la agenda 2030[1], en concreto 15 de los 17, aunque se añaden algunos diferentes con la “espiritualidad ecológica”, que, si bien es un concepto que aparece en “Fratelli tutti”[2], va asociado a un dibujo de un hombre haciendo yoga, algo que nada tiene que ver con lo que el Papa Francisco dice al respecto en la citada encíclica.

https://holyseemission.org/contents/statements/5806914667987.php
En un principio me parecía inadmisible que la Santa Sede aprobara la agenda 2030 puesto que hay claros puntos en contra de la fe cristiana: se habla de “igualdad de género” y del “empoderamiento de la mujer” (objetivo n.5), conceptos que pertenecen claramente a la condenada en muchas ocasiones “ideología de género”; se promueve la “ciudadanía mundial”; se promueve “el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos según lo acordado de conformidad con referencia a la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing”[3], donde a su vez se promueve el derecho al aborto -eso sí, de calidad- (n. 106 k) y el uso de preservativos (n. 108 I) y otros métodos anticonceptivos (n. 106 u). Por otro lado, se usan términos y conceptos que son buenos en la medida que se entiendan correctamente, como son la dignidad humana, la familia, el derecho de los padres, el derecho a la vida saludable o a la salud reproductiva, etc.
Lo curioso es que, hablándolo con amigos y sacerdotes, me llegó el anexo a una carta de la Santa Sede del 25 de septiembre de 2016[4] dirigida al secretario general por el Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en el “Primer aniversario de la adopción de los objetivos de desarrollo sostenible”.
El desarrollo de los matices realizados a los 17 objetivos de la agenda 2030 son impecables. Pone todo en su sitio, pero la modificación es tal que exigiría redactar de nuevo el documento.
El problema que veo al respecto de todo esto es entonces el siguiente.
1) La nota de prensa es de muy difícil acceso. Esta nota de prensa sólo está en inglés y en la desconocida web de la “Misión Permanente de Observación de la Santa Sede ante las Naciones Unidas”, aislada de los principales portales de la JMJ y las fuentes vaticanas (www.vatican.va, www.vaticannews.va o https://press.vatican.va). De hecho, si buscamos la nota de prensa en castellano, solo la encontraremos en un documento de Google Drive de la web de Cáritas de Jaén[5].
2) En la web de la JMJ de 2023 se insiste mucho en el tema de la sustentabilidad como un objetivo central y esto no es el espíritu de las JMJ. La JMJ nace con san Juan Pablo II para que los jóvenes puedan dar testimonio de su fe y compartir su experiencia confirmando su compromiso. Aquí no está en juego la JMJ, como dice el padre Santiago Martín en su vídeo explicativo, sino las almas de los jóvenes que acuden abiertos a algo que puede ser muy contrario al fortalecimiento de la fe y cuyos términos y conceptos no respetarán los matices de esa perdida nota de prensa a la ONU. Simplemente verán que en un acto oficial de la Iglesia se hablará de empoderamiento, ideología de género, aborto seguro, orden mundial y muchos objetivos más humanos que espirituales.
3) La introducción de un desordenado “amor a la madre tierra” y una “espiritualidad ecológica”. Esto es algo muy peligroso por dos motivos:
El primero es que cuando el Papa Francisco habla de “espiritualidad ecológica”, hace referencia a la “pasión por el cuidado del mundo” que clama “un llamado a una profunda conversión interior” que “implica dejar brotar todas las consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea”. Estoy de acuerdo que “ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa”, pero (no es lo que más se está perdiendo hoy en día.) El drama de hoy es la dilución de la Verdad en los mantras del mundo. El amor a Dios está sobre todas las cosas, y según avanzamos en este amor a Dios, amaremos más y mejor a los hombres, y más y mejor a la naturaleza entregada por Él a la humanidad. Invertir y desordenar los afectos no trae ningún bien a los hombres y, por ende, afecta a la naturaleza de forma negativa también. Hemos de cuidar y dominar la naturaleza según el plan de Dios para ella, y la naturaleza nos puede ayudar a descubrir a Dios, a conocerle más; pero ni es un don equiparable a Dios, ni vale lo que vale tan sólo una persona.
Un segundo motivo es que es visible que nuestra sociedad se está alejando rápida y peligrosamente de Dios, de lo sagrado, de la moralidad. Se destruye a la familia, el materialismo y el consumismo ha entrado fuertemente en la Iglesia, la Verdad está cuestionada y manipulada; el medio ambiente, si bien puede ser importante, me parece un punto bastante secundario si lo que realmente nos importa es la condenación de las almas y el avance del ateísmo.
Con todo esto hay que entender, además, que detrás del discurso ecologista del cambio climático hay muchas mentiras o medias verdades que se dan por verdades incuestionables. ¿Quién ha demostrado que el cambio climático que supuestamente estamos viendo se debe principalmente al hombre? La interpretación que se hace, personalmente, no me queda clara. Cambios climáticos ha habido antes y, por lo que sabemos, tienen ciclos muy largos. En palabras de John Coleman, científico y fundador de The Weather Channel: «El Cambio climático es un debate político, no científico, no hay un cambio climático provocado por
el hombre. Ni lo ha habido. Ni lo habrá», sólo se financia a quienes respalden esta teoría, de ahí que los informes publicados lo respalden. Una vez más es cuestión de dinero y control del poder.
Personalmente no me fio de la única narrativa oficial (ver vídeo). Hay más ciencia fuera de la impuesta como única u oficial. Sólo viendo la manipulación informativa que aconteció con la pandemia, y que aún no ha terminado, debería haber quedado claro que sólo sabemos lo que quieren que sepamos y que lo que importa es el manejo del poder informativo. Más miedo me da ver cómo están jugando manipulando el clima[6] (ver vídeo), el sistema orográfico o hidrográfico (ver vídeo), la nueva carrera por la conquista del control energético detrás de la cual se mueven millones y millones.
Cuanto más se aleja la sociedad de Dios, menos voy a confiar en el discurso oficial que sólo busca mantenerse en el poder y controlar la humanidad a su antojo. Lo peor es que lo consigue sacándonos el dinero y las gracias. Les estamos entregando nuestra libertad, nuestra cultura, nuestra fe.
Respeto a los que confíen en los poderes actuales y aprecien la carrera globalista, pero yo me desmarco. Prefiero lo tradicional, el confiar en Dios y creo que cuanto “más esté en el mundo sin ser del mundo” más preservado seré de caer en sus mentiras y artimañas.
Paz y bien.
[1] https://lisboa2023.org/es/lisboa2023/sustentabilidad
[2] Fratelli tutti, n. 216-221.
[3] https://www.unwomen.org/es/digital-library/publications/2015/01/beijing-declaration
[4] https://holyseemission.org/contents//statements/5806914667987.php
[5] https://www.caritasjaen.es/main-files/uploads/sites/23/2020/03/Nota-de-la-Santa-Sede-en-el-primer-aniversario-de-la-adopci%C3%B3n-de-los-Objetivos-de-Desarrollo-Sostenible.pdf
[6] Para los que no saben que han estado fumigando el cielo con la excusa de desinfectar ciudades, sólo tienen que ir al Orden SND/351/2020, de 16 de abril, donde se dice que “De entre las técnicas más eficaces de desinfección se encuentran la utilización de medios aéreos pues a través de ellos, con técnicas de nebulización, termonebulización y micronebulización, se alcanzan todas las superficies con rapidez…”.
San Bonifacio destruyó el «árbol de navidad», 20 elocuentes pinturas y grabados lo demuestran
Alrededor del año 723 San Bonifacio se dirigió a la región de la Baja Sajonia. Una comunidad de paganos cerca de Geismar iban a realizar un sacrificio humano (donde usualmente la víctima era un niño) a Thor, el dios del trueno, en la base de un roble al que consideraban sagrado y que era conocido como “El Roble del Trueno”.
Bonifacio, quiso destruir el Roble del Trueno no sólo para salvar a la víctima sino para mostrar a los paganos que él no sería derribado por un rayo lanzado por Thor.
El Santo y sus compañeros llegaron a la aldea en la víspera de Navidad justo a tiempo para interrumpir el sacrificio. Con su báculo de obispo en la mano, Bonifacio se acercó a los paganos, que se habían reunido en la base del Roble del Trueno, y les dijo: “aquí está el Roble del Trueno, y aquí la cruz de Cristo que romperá el martillo del dios falso, Thor».
El verdugo levantó un martillo para ejecutar al pequeño niño que había sido colocado para el sacrificio. Pero en el descenso, el Obispo extendió su báculo para bloquear el golpe y milagrosamente rompió el gran martillo de piedra y salvó la vida del niño.
Después, se dice que Bonifacio habló así al pueblo :“¡escuchen hijos del bosque! La sangre no fluirá esta noche, salvo la que la piedad ha dibujado del pecho de una madre. Porque esta es la noche en que nació Cristo, el hijo del Altísimo, el Salvador de la humanidad. Él es más justo que Baldur el Hermoso, más grande que Odín el Sabio, más gentil que Freya el Bueno. Desde su venida el sacrificio ha terminado. La oscuridad, Thor, a quien han llamado en vano, es la muerte. En lo profundo de las sombras de Niffelheim él se ha perdido para siempre. Así es que ahora en esta noche ustedes empezarán a vivir. Este árbol sangriento ya nunca más oscurecerá su tierra. En el nombre de Dios, voy a destruirlo”.
Entonces, Bonifacio tomó un hacha que estaba cerca de ahí, y según la tradición, cuando la blandió poderosamente hacia el roble una gran ráfaga de viento voló el bosque y derribó el árbol con raíces y todo. El árbol cayó al suelo y se rompió en cuatro pedazos.
El verdadero San Nicolás; la historia de la bofetada al heresiarca Arrio y el verdadero Credo de Nicea

San Nicolás abofeteó al heresiarca Arrio, y fue castigado injustamente.
Foro Católico: En la cultura modernista, se ha representado y comercializado la figura de San Nicolás de Bari a través de una burla, de la mofa que representa el Santa Claus de la compañía refresquera Coca Cola.
Se le muestra como un duende regordete vestido de rojo y larga barba blanca, ridiculizando sus ropajes episcopales, y quien hoy en día se dedica en Navidad a regalar juguetes «a los niños que se portan bien».
Además del objetivo comercial, santa Claus representa una blasfema y grosera burla contra el gran San Nicolás de Bari, gran defensor de la Divinidad de Jesucristo y ejemplar obispo católico.
De igual forma, en casi ningún devocionario se encuentra la VERDADERA FÓRMULA DEL CREDO DE NICEA (el cual añadimos al final), ya que en diferentes sitios han sustituido la fórmula CONSUBSTANCIAL AL PADRE por la expresión «de la misma naturaleza que el Padre». ése fue precisamente el conflicto que tuvo San Nicolás con Arrio, el heresiarca cripto judío quien pretendía que Jesucristo era de una naturaleza divina, pero no el mismo y único Dios.

Antiguo mural de San Nicolás abofeteando al heresiarca cripto-hebreo Arrio.
(Transcrito de Aleteia)
San Nicolás de Bari defensor de la ortodoxia, obispo de Myra y confesor. 6 de diciembre † hacia el año 346 en Mira Taumaturgo.
Su nombre significa «Protector y defensor de pueblos». Participó en el Concilio de Nicea, condenando las doctrinas de Arrio, quien se negaba a admitir el dogma de la Divinidad de Cristo.
San Nicolás participó en el Concilio de Nicea, convocado en el año 325 por el emperador Constantino. Allí habría de encontrarse no sólo con más de trescientos obispos que habrían llegado a debatir la naturaleza de la Santísima Trinidad sino, además, con Arrio, que aseguraba que la naturaleza del Hijo no era igual a la del Padre.
Arrio defendía su argumento vigorosamente, mientras que los obispos escuchaban. Todos, menos Nicolás, que perdió la paciencia y abofeteó a Arrio en medio del concilio. Por su conducta, Nicolás fue llevado ante Constantino, quien determinó que eran los obispos quienes debían decidir qué castigo se aplicaría a Nicolás.
Así, le quitaron sus vestimentas obispales y le encerraron en la cárcel. Esa misma noche, cuenta la historia, Nicolás tuvo una visión en la que Jesús le entregaba las Escrituras y María le devolvía sus vestimentas. Al día siguiente, cuando el carcelero fue a llevarle la comida, se consiguió a Nicolás leyendo las Escrituras, vestido como un obispo.
Al enterarse, Constantino exigió que lo liberaran. Eventualmente, el concilio terminó dándole la razón a Nicolás, decidiendo así la cuestión contra Arrio, y redactando el que hoy conocemos como el Credo Niceno-Constantinopolitano.
Verdadera Ortodoxia
Más pinturas de la controversia entre San Nicolás y el heresiarca Arrio en el Concilio de Nicea.
En aquella época en la Iglesia había disturbios a raíz de la herejía de Arrio, quien negaba la Divinidad de Jesucristo. El Concilio Ecuménico condenó al arrianismo y fueron compuestos los primeros siete artículos del Símbolo de nuestra Fe, en el cual se expuso en palabras exactas la fe ortodoxa, la fe en Jesucristo, quien es el Hijo de Dios, tiene la misma naturaleza de Dios Padre (consubstancial al Padre) y no es «su mejor criatura» como proponía el hereje Arrio.
VERDADERO CREDO DEL CONCILIO DE NICEA
Creo en un solo Dios, Padre todo poderoso, criador del Cielo y de la Tierra, de todas las cosas visibles e invisibles.
Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios, y nacido del Padre antes de todos los siglos; Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no hecho; CONSUBSTANCIAL AL PADRE; por quien todas las cosas fueron hechas.
El cual por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó de los Cielos. (Dobla la rodilla).
Y por obra del Espíritu Santo encarnó de María Virgen: Y SE HIZO HOMBRE.
Crucificado también por nosotros; bajo el poder de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado.
Y resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.
Y subió al Cielo, y está sentado a la diestra del Padre. Y ha de venir otra vez con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos; y Su Reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, señor y vivificador, el cual procede del Padre y del Hijo; quien con el Padre y el Hijo juntamente es adorado y glorificado; el cual habló por los profetas.
Creo en una Iglesia, Santa, Católica y Apostólica.
Confieso un solo bautismo para el perdón de los pecados. Y espero la resurrección de los muertos + y la vida del siglo venidero. Amén.»